“Normalmente no debería haber más víctimas en los trenes”, dijo el gobernador de la provincia de Brabante Flamenco, Lodewijk de Witte.
Los trabajos de desescombro y retirada de los restos de los trenes accidentados continuaron toda la pasada noche y seguirán esta mañana, aunque la vía no será operativa durante varios días.
El accidente ocurrió hacia las 7.30 GMT, cuando un tren en movimiento colisionó con otro convoy que se había detenido entre Halle y Buizingen, dos localidades flamencas situadas a 20 kilómetros al suroeste de Bruselas.
El choque, cuyas causas llevará tiempo conocer con certeza, según De Witte, causó el vuelco de dos vagones de uno de los trenes y de un tercero del otro convoy.
La colisión fue “brutal”, según detalló el pasajero de uno de los dos trenes a la radiotelevisión pública RTBF, a la que explicó que el convoy en el que viajaba se encontraba en movimiento y no frenó hasta el momento del impacto.
El choque fue de tal violencia que algunos pasajeros salieron despedidos por las ventanas de los vagones, algunos de los cuales estaban llenos de viajeros, al ser la hora punta.