La demanda de impugnación fue interpuesta por un diputado de BYT, Vitali Barvinenko, ante el Tribunal Administrativo Supremo, según las agencias ucranianas.
BYT, cuyo líder es la primera ministra, Yulia Timoshenko, exige declarar ilegal la resolución de la CEC en la que anunció los resultados electorales que dan la victoria al líder opositor Víctor Yanukóvich, e impedir su publicación en los diarios oficiales.
Desde el momento que se admite a trámite la demanda, el tribunal tiene dos días para emitir una decisión.
El líder de la fracción parlamentaria de BYT, Iván Kirilenko, subrayó ayer que su partido tiene todo el derecho a impugnar los resultados, pese a que los observadores internacionales aseguraron que la votación cumplió con los estándares democráticos.
Kirilenko sugirió la posibilidad de que en caso de que el tribunal rechace la demanda de BYT los diputados de este partido no asistan a la ceremonia de investidura del ganador de los comicios, Yanukóvich, el líder del prorruso Partido de las Regiones.
La pasada semana el BYT se mostró a favor del recuento de todos los votos emitidos para disipar las dudas sobre el posible fraude electoral.
El partido de Timoshenko mantiene que dispone de material sobre falsificaciones por parte del partido de Yanukóvich en varias regiones orientales del país, donde el líder opositor logró la gran mayoría de sus votos.
La CEC anunció el domingo que Yanukóvich obtuvo 3,48 puntos porcentuales más de votos que la primera ministra en la segunda vuelta de las elecciones.
Yanukóvich obtuvo el 48,95% de apoyos con 12.481.266 votos, frente al 45,47% de su rival, que sumó 11.593.357 papeletas.
Por su parte, el primer ministro ruso, Vladímir Putin, expresó su confianza en que la elección de Víctor Yanukóvich como presidente ucraniano permita normalizar las relaciones bilaterales.
“Esperamos que este difícil período en la vida del pueblo hermano ucraniano sea ya cosa del pasado y podamos pasar a la normalización de las relaciones estatales con Ucrania”, señaló Putin.
Putin, que apoyó públicamente en 2004 a Yanukóvich antes de que éste fuera desbancado por Víctor Yúschenko en la Revolución Naranja, aludió al interés de Moscú en cooperar en el plano económico y social con Ucrania.
Además, propuso reanudar la cooperación en el ámbito de la integración, siguiendo la estela de Bielorrusia y Kazajistán.