Ni noche blanca ni de ningún color. La pobre programación cultural del verano en San Fernando que se pretende cubrir con actividades esporádicas, generalmente mal anunciadas y tan densas que es imposible disfrutarlas al precio que cuestan (al erario público) se está demostrando mal diseñada e incumple los propósitos de llenar el centro de la ciudad de gente para animar la hostelería.
Si esa programación se compara además con lo que en San Fernando llama realmente a la gente y mueve la economía, que son las cofradías -y no sólo en Semana Santa- el resultado es palpable como se pudo comprobar en la noche de este sábado -e incluso en la del viernes- con la salida extraordinaria de la imagen de Jesús Nazareno por las calles de la ciudad.
El centro lleno desde las primeras horas de la tarde y con una presencia sostenida hasta las tres de la mañana, casi. Pocas veces se ven las calles con tanto público y los hosteleros sin dar abasto. Y es que una procesión de las de verdad mueve montañas en La Isla. Y si es el Nazareno, apaga y vámanos.