Gabilondo se comprometió hace unos meses a que, después de reunirse con todos los agentes educativos, valoraría la posible viabilidad del pacto, lo que hizo ayer en una comparecencia ante los medios.
En ella, además, señaló que existen “puntos de aproximación en materia de estabilidad normativa, acuerdo de financiación y pacto por los educadores y la comunidad educativa”.
Para Gabilondo, el pacto tiene una doble finalidad: “Mejorar el sistema educativo” y buscar ámbitos compartidos de actuación que garanticen “el equilibrio, la estabilidad, la cooperación y la coherencia del sistema a través de un marco común”.
El titular de Educación ha comprobado la viabilidad de este pacto, según explicó, en la “enorme demanda social” que existe y en la “disponibilidad y voluntad” que ha mostrado todo el sector.
En relación al PP, el ministro afirmó que en este partido no sólo ha encontrado voluntad de trabajo conjunto y disponibilidad para lograr acuerdos, sino que también “confío plenamente en su compromiso y en sus dirigentes en esta tarea de enorme importancia”.
“Trabajamos conjuntamente para que dentro de dos meses estemos en disposición de presentarles un texto con contenidos concretos sobre el pacto”, un pacto que “necesitamos lograr con horizonte de generaciones y no simplemente de elecciones”, aseveró.
Minutos antes de la intervención del ministro, María Dolores de Cospedal aseguró, también en una rueda de prensa, que “hoy por hoy” el pacto educativo es posible y su partido hará “todo lo posible” por lograrlo.
Según De Cospedal hay acuerdo sobre la elaboración de un diagnóstico sobre el sistema actual, la creación de un sistema nacional que establezca un currículum que se aplique con carácter nacional y la apuesta por la calidad y el reconocimiento de los docentes como autoridad pública.
Respecto al nuevo modelo o sistema, el PP considera que debe articularse en torno a la libertad de enseñanza y la libertad de los padres a elegir centro, aspectos que deben convivir con el derecho a la educación.