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Jerez

Tasas congeladas: ¿un bien menor en plena recuperación?

La teoría dice que una bajada de impuestos ayuda a recaudar más que con impuestos altos. El Consistorio ha optado este año por el camino de en medio: congelar las tasas existentes sin aplicarles el IPC. La medida satisface las reivindicaciones empresariales, pero no su equivalencia con otras grandes

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El Gobierno local ha querido recibir la llegada del nuevo año con la entrada en vigor de unas ordenanzas fiscales similares a las del año pasado, hasta el punto de que ni siquiera les ha aplicado el IPC correspondiente: un 0,3% del que ha decidido prescindir para no gravar aún más el bolsillo de los ciudadanos, o como dijo la misma alcaldesa el pasado mes de octubre, “porque creemos que los ciudadanos no deben soportar más carga financiera a sus espaldas”.
La cuestión es si podría haber ido un poco más lejos con su gesto cómplice hacia los ciudadanos, si podría incluso haber llegado al punto de bajar los impuestos. De momento, se aferra a las lecturas realizadas desde la Confederación de Empresarios de Cádiz y desde el Consejo Social de la Ciudad, en las que se da por bueno el hecho de que no se hayan subido los impuestos, requisito mínimo solicitado desde la patronal de cara a este nuevo año. Es, sin duda, una apuesta sobre seguro. Del otro lado está el margen de riesgo, el de la bajada de impuestos, que para muchos sigue siendo más beneficiosa para los intereses económicos de la ciudad, desde el momento en que no tiene por qué ser sinónimo de menos ingresos, sino un incentivo a la hora de propiciar nuevas inversiones y, por tanto, un incremento de la actividad económica.
Por el momento, el Gobierno local sí habla, “incluso”, de bajadas en algunas tasas, en concepto de bonificaciones y exenciones fiscales para situaciones muy concretas que no afectan por igual al conjunto de la ciudadanía, aunque sí orientadas tanto al ámbito social como al del apoyo de actividades económicas, compartiendo la teoría de los que defienden una bajada generalizada de impuestos para reactivar la economía desde el plano emprendedor, pero sin entrar de lleno en el ámbito doméstico para reactivar de igual forma el consumo.
Un debate al que hay que sumar otro factor clave: el del tipo de impuestos que se pagan en Jerez en este momento, algunos de los cuales se encuentran entre los más altos en comparación con las ocho capitales de provincia de Andalucía. No sólo eso, sino el hecho de que la mayoría no ha dejado de subir en los últimos años.
Según el informe de la CEC sobre los impuestos que se pagan actualmente en Jerez, sólo el IBI Urbano -en 2010- y las tasas por licencia urbanística -en 2011- redujeron su precio de forma notable, aunque a partir de entonces volvieron a subir, mientras que en los demás -vehículos, basura, apertura y vados- se ha ido en ascenso progresivamente hasta la congelación prevista para este 2014, con la particularidad de que algunos de ellos, caso de la licencia por apertura de establecimiento, vados y tasa de basura para restaurantes y establecimientos, las de Jerez se encuentran entre las más caras de Andalucía, en comparación con las demás capitales de provincia.
En cualquier caso, y frente a los que defienden por encima de todo la bajada de impuestos generalizada, el proyecto de ordenanzas municipales para este 2014 sí responde a los requerimientos del sector empresarial y al de los propios asesores del Ayuntamiento, representados en el Consejo Social de la Ciudad.
En este sentido, el presidente de la CEC, Javier Sánchez Rojas, ha insistido en que la clave debía pasar, como mínimo, por apostar por la congelación de tributos, que ha sido la apuesta de Jerez, aunque también puso el acento en que las políticas fiscales del Ayuntamiento expresen su interés por el desarrollo local y el mantenimiento y la creación de empleo, “mediante una política orientada a la recuperación del tejido empresarial perdido, favoreciendo y dinamizando la creación e implantación de nuevas empresas”. Un requerimiento al que desde el Gobierno local se quiere dar respuesta desde el apartado de las bonificaciones, pero también a través del Consejo Social de la Ciudad y su Plan de Empleo para 2014, que contempla la aplicación de medidas de incentivación fiscal con una dotación presupuestaria de 1,2 millones de euros. Unas medidas que irán destinadas a facilitar el acceso al suelo industrial para nuevas iniciativas empresariales, estableciendo un baremo bonificado del precio del suelo en función de la actividad que se instale, del tiempo en que estará en marcha la actividad y del empleo que se genere.
En esta línea, el propio Consejo ha emitido un informe sobre el proyecto de ordenanzas municipales, en el que se respalda que la decisión del gobierno municipal de no subir impuestos, ni las tasas, ni los precios públicos, “no puede ser más acertada si consideramos la difícil situación económica de la ciudad. El hecho de que ni siquiera se vaya a producir su actualización al IPC, no sólo muestra la voluntad de evitar que aumente la carga de los ciudadanos sino que va en la línea de una progresiva desindexación de precios y su desvinculación del IPC”.
Sin embargo, no todos son tan magnánimos con la decisión de congelar los impuestos. En dicha tesitura se encuentra Foro Ciudadano, quien ha reclamado una reforma fiscal “profunda” a nivel local y propone, entre otras cosas, rescatar la figura de las contribuciones especiales y atender con más recursos a las familias en riesgo de exclusión y, al tiempo, reactivar y dinamizar la economía. “Está muy bien –apunta la portavoz municipal de Foro, Rocío Montero- que la alcaldesa  ahora quiera congelar los impuestos y tasas a los jerezanos, pero la realidad es que éstos no han dejado de subir desde que accedió a la Alcaldía, pese a que prometió en 2011 que lo necesario era bajarlos; y con el agravante de que, a cambio y como contraprestación, los contribuyentes solo han recibido peores servicios públicos, más paro y más miseria”. 
Pese a las críticas, el Gobierno local  sostiene que las tasas, impuestos y precios públicos mantienen todas las bonificaciones y exenciones que se han aplicado durante 2013 y que, en algunos casos, se han aumentado como en el impuesto de los vados donde se reduce la tarifa en general para la entrada de vehículos en un 5%, y para los inmuebles donde se desarrolle una actividad económica se recoge la posibilidad de acogerse a una reducción de tiempo diario de aprovechamiento que puede reducir la tasa un 33% más. Se han incorporado también algunas bonificaciones y exenciones nuevas, como la subvención del pago de la plusvalía en los casos de dación de pago de la vivienda o la exención de la tasa por expedición de certificaciones que se soliciten para expedientes bancarios de desahucios.
En cuanto al Impuesto de Bienes Inmuebles, el Gobierno reitera que ha sido una prioridad desde el inicio de la legislatura conseguir una bajada de los valores catastrales que se acerque más a la realidad del mercado tras el ‘catastrazo’ aprobado en 2007.
Igualmente, se contempla la bonificación a las empresas que contraten a personas dentro del Plan de Empleo con beneficios fiscales en el IBI y la bonificación en la licencia de apertura y en la licencia de obra. “En definitiva, el principal objetivo es que las ordenanzas sean un incentivo para la creación de empleo y la generación de riqueza en la ciudad desde una perspectiva social atendiendo a la situación de la ciudad”, expuso la alcaldesa la pasada semana en pleno.
No obstante, desde Foro Ciudadano han insistido en la última semana en la necesidad de bajar los impuestos para dinamizar la economía y generar empleo, “porque supone, aunque parezca paradójico, más recaudación porque precisamente ese movimiento hace que más personas emprendan, coticen y tributen”, según Montero.
A cambio de esa bajada de impuestos, desde Foro plantean compensar con la creación de nuevas tasas que no gravan directamente sobre los ciudadanos, sino sobre otras actividades, como aumentar la presión fiscal en las grandes superficies comerciales periféricas, “ya que si el Ayuntamiento está llevando hasta allí unos servicios públicos para que las grandes multinacionales hagan negocio; ¿por qué no gravar los cajeros automáticos como ya hacen otras grandes ciudades en España en función de una división por categorías de calles?; y ¿por qué no un recargo en la cuota del IBI a aquellas viviendas que permanezcan vacías?”.

Pretensiones condicionadas por el plan de ajuste

Como representantes del tejido empresarial de esta provincia, a lo largo de este año la Confederación de Empresarios de Cádiz han reclamado a los distintos municipios que, a la hora de modificar sus ordenanzas fiscales para este nuevo año, tuviesen en cuenta la difícil situación por la
que están pasando las empresas y su consecuente impacto en el empleo, de manera que procuraran que no se produjeran incrementos. Según el presidente de la CEC, Javier Sánchez Rojas, “hemos recibido respuestas positivas por parte de algunos, respuestas que habrán de concretarse a la hora de la aprobación de las ordenanzas fiscales reguladoras de los diferentes impuestos y tasas”. Jerez ya lo ha hecho, aunque condicionado por el estrecho margen de maniobra que le ha dejado su Plan de Ajuste. La CEC es consciente de esa realidad, “pero aún así queremos seguir reivindicando la sensibilidad hacia el tejido empresarial, motor de la creación de empleo”. Igualmente, la patronal de los empresarios de la provincia se ha dirigido a los equipos de gobierno de aquellas localidades donde alguna tasa o impuesto se situaba muy por encima de municipios de iguales características “para solicitarles que consideraran modificar estos importes de cara a 2014”.

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