Un futuro hipotecado

A provecho que  acabamos de entrar en un nuevo año para dejar patente mi preocupación por el estado de la ciudad, especialmente, por las familias más desfavorecidas, las personas que están en paro y que no tienen medios para subsistir. La situación de la ciudad es de “alarma social”, a pesar del ambiente festivo que en estas fechas se vive en la calle.
Hay 35.702 parados, más de 32.000 familias son atendidas por Cáritas y unas 9.000 personas reciben ayudas del banco de alimentos para comer. Desolador. Mientras tanto, las políticas sociales están mermando y a nivel municipal se encuentran estancadas, si tomamos como ejemplo que el tiempo de espera para las personas que recurren a los servicios municipales puede demorarse 270 días.
Jerez, cada vez estoy más convencida, se ha convertido en “laboratorio de ideas de la derecha”, donde se privatizan servicios, como el desastre de la privatización de Ajemsa, donde se ejecutan recortes de inversión, como los que están sufriendo los servicios públicos, donde se despide de forma arbitraria, donde el transporte urbano es de tercera categoría, el alumbrado público no funciona y la limpieza de nuestros parques y jardines están abandonadas….
Y nos preocupa aún más el futuro. Tenemos un Ayuntamiento intervenido prácticamente por Hacienda, tenemos una alcaldesa que destina el 50 por ciento de los ingresos estatales a pagar el préstamo ICO para hacer frente a la deuda con proveedores, una alcaldesa que despide a 260 trabajadores municipales con un ERE “arbitrario” y “no ajustado a derecho”, que toma decisiones arbitrarias y que en política de personal está corrigiendo a golpe de sentencias judiciales las designaciones y nombramientos que no se ajustan a la legalidad, como ha ocurrido con el consejero delegado de la sociedad que gestiona Montes de Propios, con la designación de 8 altos cargos que la señora Pelayo realizó a dedo, entre otros casos que se han producido a nivel particular por parte de empleados municipales.
Ante un panorama sombrío, ante este futuro hipotecado, ante una ciudad asediada por las deudas con la Seguridad Social, con Hacienda, con los bancos… Ante un gobierno que sólo da patadas adelante, engorda la deuda municipal, ante una alcaldesa que no tiene modelo ni proyecto de ciudad…. No sólo queremos dejar patente nuestra preocupación sino que tenemos que recuperar la credibilidad de los ciudadanos en la política, presentar un proyecto creíble e ilusionante y asumir el gran reto para que Jerez salga del agujero en el que se encuentra inmerso.
Ha sido un año muy difícil, en Jerez se respira una calma chica porque ha bajado unos grados la enorme conflictividad del primer año de legislatura de la señora Pelayo, pero las cosas van de mal en peor. Es todo ficticio. La señora Pelayo nos quiere trasladar una “realidad” de la ciudad que no se la cree ni ella misma, a base de ocultar y manipular los datos, como ha ocurrido con la liquidación del presupuesto de 2012.
No hay modelo de ciudad, no se ha puesto en marcha aún el prometido plan de empleo, a pesar del alarmante número de parados que tiene Jerez, dos años y medio después, estamos de mal en peor.
Y no nos alegramos, porque la ciudad y los jerezanos se merecen un gobierno con altura de miras, responsable, que aporte soluciones, que traiga inversiones,  que vele por calidad de los servicios públicos y no un gobierno y una alcaldesa que actúa desde la soberbia, que ha cambiado el diálogo por la imposición, que se ha sustituido el debate por la descalificación cuando no por el insulto, que ha preferido el divide y vencerás al trabajo conjunto, que ha cambiado las buenas prácticas de anteriores gobiernos llevando a este ayuntamiento a la cola en cuanto a índices de transparencia.
Nos encontramos ante un gobierno y una alcaldesa que supone un absoluto fraude electoral: sabían lo que iban a hacer y lo ocultaron.
El PSOE ha ofrecido diálogo y capacidad de trabajo para presentar propuestas, alegaciones y enmiendas allí donde nos han dejado, con el único fin de mejorar las propuestas del gobierno y de colaborar en la búsqueda de las mejores soluciones para nuestra ciudad.
La sociedad está reclamando a los políticos que dejen los debates estériles y que se dediquen a buscar soluciones a los graves problemas que padecen y, de hecho, estamos hablando de que hay miles de familias en nuestra ciudad que no tienen cubierto ni lo más básico.
Por eso, desde aquí reivindico que es el momento de la política para cambiar una realidad que no nos gusta y que los ciudadanos no se merecen y, desde luego, tenemos el mandato de los ciudadanos de buscar salidas entre todos.
Seguiremos realizando una oposición seria, constructiva, no buscamos la confrontación por la confrontación, pero advertimos que no vamos a dejar pasar la oportunidad de denunciar cada una de las tropelías que está cometiendo el gobierno de la señora Pelayo. Sólo nos tendrá al lado en la defensa de los intereses de Jerez y de los jerezanos, pero también reclamamos respeto a la labor de oposición y, por supuesto, lealtad institucional, de la que señora Pelayo ha demostrado muy poco, especialmente con la Junta de Andalucía.
Vamos a reivindicar proyectos que consideramos prioritarios para Jerez y vamos a exigir a la señora Pelayo que cumpla los objetivos que se marcó en el inicio de la legislatura y que se han quedado en el olvido (empleo, desarrollo urbanístico y económico, proyectos de ciudad….), vamos a defender la construcción del carril bici porque es de una “miopía política” no aprovechar esta inversión para que Jerez se adapte al uso de un medio sostenible acorde con el modelo que se impone en las grandes ciudades y vamos a estar vigilantes ante la acción de gobierno.
Es tiempo de exigir resultados, no de seguir viviendo de la renta y de los proyectos que inició el anterior gobierno, que también fueron muchos e importantes, por mucho que la señora Pelayo quiera criminalizar la gestión del gobierno socialista.
A la señora Pelayo se le agota su tiempo y dos años y medio después, es hora de pedir resultados y esperar a que sean los ciudadanos los que decidan. Pero, desde luego, Jerez se merece un gobierno que gestione y, sobre todo, que no gobierne de espaldas a la ciudadanía y a golpe de ordeno y mando. Apostamos porque esta ciudad recupere su credibilidad, su imagen exterior, tan denostada en esta legislatura y, sobre todo, apostamos por una ciudad de calidad y con unos servicios públicos a la altura de lo que Jerez siempre ha sido, una gran ciudad.