La Sección Tercera de la Audiencia Provincial de Córdoba ha dictado una sentencia por la que absuelve al agente de la Guardia Civil que junto con otras 12 personas más estaba acusado por delitos contra la salud pública, tras supuestamente dedicarse al tráfico de cocaína, en el norte de la provincia cordobesa.
En concreto, los jueces han absuelto junto al agente a una acusada y un procesado, al tiempo que han condenado a penas de dos años de prisión a tres de los acusados que fueron juzgados, después de que los siete restantes aceptaron sendas penas de dos años de cárcel. También, a los condenados les han impuesto multas que van de los 124 a los 12.129 euros. Cabe destacar que el Ministerio Público había solicitado para los 13 acusados penas que oscilaban entre los once y los siete años de prisión.
Según recoge la sentencia, a la que ha tenido acceso Europa Press, en relación con el agente de la Guardia Civil procesado, "activo cuando ocurrieron los hechos" y que se enfrentaba a una pena inicial de once años de cárcel y la inhabilitación especial para empleo o cargo público, a juicio de los magistrados, "no consta extremo alguno que indique su participación o colaboración en cualquiera de los hechos" que se han juzgado.
Al hilo de ello, la resolución judicial determina que "nada acredita que fuese el encargado de informar al resto de los acusados sobre las operaciones policiales que se venían desarrollando, ni que participase de modo activo en la venta de cocaína a terceras personas".
No obstante, apunta que "es cierto" que a finales de noviembre y en diciembre de 2008 mantuvo conversaciones con uno de los procesados, para solicitarle "dosis de un gramo o medio gramo de cocaína", si bien, agrega, "también es cierto, que nada indica que tales dosis tuviesen por objeto su reventa o suministro a terceras personas", de forma que "nada desvirtúa lo declarado" por el agente en el acto del juicio, donde aseveró que lo que compraba "siempre" era para consumir él.
LOS HECHOS
En este sentido, la sentencia da por probado que los hechos sucedieron durante los meses de agosto de 2008 a febrero de 2009, tiempo en el que uno de los procesados que regentaba un club en Peñarroya-Pueblonuevo se dedicaba a la venta de cocaína que era suministrada por otros dos de los acusados --a uno se la traían desde Madrid pasando por Sevilla y el otro la llevaba desde la capital cordobesa y otras localidades, al tiempo que ellos también se dedicaban en dicha localidad a vender la sustancia.
En el mencionado tráfico "ilícito" de la citada sustancia, según los magistrados, también intervenían dos hermanos procesados, quienes realizaban "labores de intermediación en la búsqueda de clientes y de ocultación de la cocaína", utilizando para ello dos domicilios en Peñarroya, al tiempo que compraban cocaína para luego "venderla a terceros o suministrarla a cualquiera de los traficantes antes mencionados".
Igualmente, participaba en dicho tráfico "ilícito" de cocaína un sexto acusado, quien adquiría la sustancia "merced a sus contactos" con los dos hermanos, con quienes, según los jueces, "se desplazaba a distintas localidades de los alrededores para vender la droga, y que además también se dedicaba a la venta de la misma" con uno de los dos hermanos procesados en un domicilio de Belmez.
Asimismo, en los hechos supuestamente participaba un séptimo acusado, quien estaba en contacto con los anteriores, y que "se dedicaba a la venta y distribución de pequeñas cantidades de droga a los consumidores de Peñarroya y alrededores", señala la sentencia.
Mientras, los magistrados indican que un octavo procesado, que era socio del que regentaba el club, supuestamente atendía en las inmediaciones del mismo "las peticiones telefónicas de dosis de cocaína procedente de terceros consumidores", a lo que añaden que consta que en el exterior del local "vendió dicha sustancia en diversas ocasiones". Además, un noveno acusado fue detenido en Sevilla tras llegar de Madrid con droga en su mochila.
REGISTROS
Durante el desarrollo de las investigaciones, los agentes policiales realizaron diferentes registros domiciliarios y en el referido club, en los que hallaron diversas cantidades de sustancias estupefacientes, entre ellas cocaína, así como distintas balanzas y dinero.
Además, en uno de los registros en Peñarroya hallaron droga que tendría un valor de mercado superior a 1.300 euros y que era destinada por una acusada al tráfico "ilícito" con terceras personas, mientras que no ha quedado acreditado que su marido, también procesado, participase.
Y en otro registro en una vivienda de una segunda mujer procesada, en la citada localidad, igualmente intervinieron distintas sustancias estupefacientes, con un valor de mercado de unos 764 euros. Cabe destacar que siete de los 13 acusados estuvieron en prisión preventiva.