Vox Jerez ha denuncia las crecientes agresiones a funcionarios de prisiones de El Puerto y Algeciras, tras mantener una reunión con los sindicatos de funcionarios, Acaip, Csif, Ugt y CCOO. Agresiones que "han subido de manera exponencial en los últimos meses, sin que la administración penitenciaria tome medidas y ni siquiera se pronuncie".
"Los funcionarios de prisiones están dejados de la mano de Dios. Ni el ministro Marlaska, ni la Administración Penitenciaria toman medidas, ante el crecimiento alarmante de agresiones a funcionarios, algunas de ellas múltiples, caso de la última perpetrada en El Puerto”, esboza, César Ruiz Vázquez, coordinador de Vox en Jerez.
“ La normativa anti agresiones, no está funcionando porque está fuera de toda realidad que viven día a día, los funcionarios. No se incrementan las plantillas muy desfasadas en función de la población reclusa. No se reponen las bajas. No pueden controlar a una persona violenta ni registrarla sin pasar riesgos, ya que ni visten sus manos con guantes anticortes. Reducir a un recluso peligroso, es jugarse la vida, y rezar para que te apoyen varios compañeros en una cualquier instancia de la prisión. “.
“ Lo que está claro, que los cimientos hay que ponerlos ya de una vez, y no se pueden hacer oídos sordos a un colectivo, que convive día a día, y entre muros, con lo más peligroso de la sociedad. Lo primero es sentarse a la mesa y exponer unas medidas para darle viabilidad a las mismas. Dos años de movilizaciones no pueden caer en saco roto. No hay ni voluntad en la administración y como dice un colectivo muy reivindicativo a pie de calle, “tu abandono, me puede matar”, insiste Ruiz
Ante esta situación, Vox Jerez propone, entre otras medidas, impulsar una nueva normativa frente a agresiones, incluyendo que los funcionarios sean considerados agentes de la autoridad; la progresiva mejora salarial acorde a su trabajo y peligrosidad; que se cubran las bajas laborales largas; la reposición de unas 3.600 vacantes, debido a las numerosas bajas por envejecimiento de la plantilla actual y agresiones; y la creación de un centro, aparte de los dos ya existentes, de carácter psiquiátrico. "Dichos centros ya no pueden acoger más reclusos con patologías mentales y los funcionarios han de convivir con ellos, sin tener capacidad y a veces formación, cosa achacable a la Administración, para controlar ciertas situaciones".