Con un grupo renovado (el año pasado fue femenino), el Pingüino lidera a unos jóvenes que despliegan fuerza en unas voces variadas con un tipo idealizado de cuento con corona de una mezcla de príncipe y rana.
Se pliegan ante el alcalde y con un discurso oficialista critican a las voces discordantes de los Plenos, mismas armas utilizadas años atrás.
El drama de la necesidad de una pareja que mantiene la disyuntiva de hacer crecer a la familia pero con el problema de no poder concebir a un niño.