El presidente de Turquía, el islamista Recep Tayyip Erdogan, amenazó hoy a Rusia con dar marcha atrás a la cooperación entre ambos países en el ámbito nuclear y gasístico debido a las más recientes tensiones en el espacio aéreo turco.
La aviación rusa ha violado varias veces el espacio aéreo de Turquía durante su campaña militar a favor del presidente sirio, Bachar al Asad, que el Gobierno turco quiere ver derrocado.
En unas declaraciones a la prensa durante el vuelo hacia una visita en Japón, Erdogan dijo que Rusia debe considerar el impacto de sus acciones sobre las relaciones con Turquía, con la que tiene un volumen de comercio de unos 40.000 millones de dólares anuales.
Concretamente, el presidente islamista destacó la construcción de la planta nuclear de Akkuyu, en la sureña provincia de Mersin.
"Si los rusos no construyen (la planta de) Mersin Akkuyu, entonces lo hará otro. Rusia debe tener sensibilidad sobre estos asuntos", señaló Erdogan, al destacar que Moscú ha invertido ya 3.000 millones de dólares en esa planta turca.
"Somos el principal consumidor de gas natural ruso. Perder a Turquía sería una seria pérdida para Rusia. De ser necesario, Turquía puede conseguir sus suministros de gas natural de lugares muy diferentes", aseguró el presidente turco.
La planta nuclear de Akkuyu es la primera que se construye en Turquía, tendrá cuatro reactores con una potencia total de 4.800 megavatios y está previsto que entre en funcionamiento entre 2020 y 2022.
Una segunda planta nuclear se construirá en la costa del Mar Negro aunque con tecnología japonesa.
El pasado fin de semana, aviones militares rusos entraron dos veces en el espacio aéreo de Turquía, un aliado de la OTAN.
Desde entonces, las relaciones entre ambos países se han tensado, con tres citaciones del embajador ruso al Ministerio de Exteriores turco y advertencias de la OTAN contra Rusia.