Rajoy, de hecho, se comprometió a defender estos “valores” si se convierte en presidente del Gobierno, así como a recuperar los consensos constitucionales que a su juicio el Ejecutivo, con José Luis Rodríguez Zapatero al frente, está rompiendo en la situación generada en Cataluña tras la sentencia del Tribunal Constitucional sobre el Estatut.
Asimismo, volvió a reclamar elecciones anticipadas ante la incapacidad del Gobierno para afrontar la crisis o la inestabilidad de las instituciones.
Éstas fueron las principales ideas que desgranó el líder de los populares durante la conferencia que impartió en el marco de los cursos de verano de San Lorenzo de El Escorial, organizados por la Universidad Complutense.
Una conferencia tras la que no se celebró ningún coloquio con los asistentes, algo que es habitual en esta clase de foros. Asimismo, los periodistas no pudieron preguntar al líder del PP ni antes ni después de la misma.
Rajoy enumeró en su discurso sus frecuentes críticas al Gobierno, en particular a Zapatero, y así, ha llamado a “poner fin a la improvisación, a la ocurrencia y a la chapuza” que ha caracterizado la gestión del Ejecutivo durante los últimos dos años.
Para ello, el mejor instrumento es la convocatoria de elecciones anticipadas, una reclamación que Rajoy hizo en el pasado debate sobre el estado de la nación y que desde entonces, hace dos semanas, repitió.
Explicó que el “recorte de derechos sociales” puesto en práctica por el Gobierno no es lo que figuraba en el programa electoral de Zapatero en 2008, lo que redunda en “desconfianza e incertidumbre”. “No sabemos qué hará el Gobierno en derechos sociales, en impuestos, qué hará con la sentencia del Estatut, en suma, los temas importantes”, apostilló.
También se ignoran con qué apoyos querrá contar Zapatero para sacar adelante sus medidas, si con la izquierda, lo que Rajoy no ve probable, o con los nacionalistas, lo que considera difícil.
Un adelanto electoral “daría salida a la situación de estancamiento” en que se encuentra el país, consideró y censuró también “el mayor recorte social de la historia de la democracia”.