Un día después del que CCOO y UGT movilizaran a miles de personas en la Facultad de Medicina de la Universidad Complutense de Madrid, se han sucedido las opiniones en contra y a favor del acto, cuyo objetivo era denunciar “la persecución” contra Garzón y pedir que el juez no sea una nueva víctima del franquismo.
Ayer mismo, la Facultad de Derecho de la misma Universidad entró en la controversia al divulgar un comunicado, en el que se hace eco del “malestar de buena parte” de su profesorado por las palabras oídas en ese acto y en el que lamenta que esta institución de educación superior haya sido “utilizada para atacar” a Supremo.
La Comisión Ejecutiva Confederal de UGT respondió en una nota de prensa a la polémica y fue para negar tajantemente que exista una campaña contra los órganos judiciales, en referencia al Tribunal Supremo, ni “voluntad alguna de coacción”.
Según su argumento, el respeto a la Justicia y a sus instituciones no debe suponer “la anulación del derecho de reunión o el derecho a la libertad de expresión”.
Ignacio Fernández Toxo ratificó que existía la necesidad de hacer un gesto como el del martes.