En una conferencia de prensa de balance del año 2009, Urkullu criticó que durante los seis primeros meses de gobierno socialista, “mientras crecía la crisis y el desempleo”, este partido se ha ocupado “de cuestiones identitarias basadas en símbolos, como el mapa del tiempo, la colocación de banderas o la emisión del discurso el Rey por ETB”.
“Aquí está –comentó– la explicación de la desconfianza de la población en el Gobierno. El Gobierno se ha despreocupado de los problemas de la población y por eso finaliza el año con un suspenso y el resultado del Euskobarómetro indica que siete de cada diez vascos no tienen confianza en este Ejecutivo”.