Las gestiones en los casos del pesquero Alakrana y de la activista saharaui Aminatu Haidar, así como las relaciones con Gibraltar y las situaciones de muchos aeropuertos españoles en estas fechas navideñas, son los ejemplos que, según Rajoy, ilustran la “falta total de coordinación” del Gobierno y su “incapacidad” para “reaccionar con solvencia a cualquier problema”.
También achacó a la incapacidad de José Luis Rodríguez Zapatero y de su equipo los conflictos de intereses que ahora se dan entre algunas comunidades autónomas con ocasión del blindaje del concierto vasco y la reforma del Estatuto de Castilla-La Mancha.
Pero el líder del PP opinó que por encima de tales vicisitudes el Gobierno ha certificado que “la chapuza es su nota característica” en su método para atajar la crisis económica.
Enfrente, a su juicio, aparece un Partido Popular que “sabe lo que hay que hacer” contra la coyuntura actual de la economía y que, además, se sitúa por encima del PSOE en las encuestas sobre intención de voto.
Los sondeos internos son aún mejores, como han resaltado algunas fuentes del PP, que se han remitido a la última en su poder, efectuada en noviembre, para recalcar que la ventaja es de más de cinco puntos.
Por tanto, una situación favorable pese al caso Gürtel, al que se refirió Rajoy para recalcar que los populares han aprendido y que él mismo se ha comprometido a evitar cualquier otra muestra de corrupción.
Éstas fueron algunas de las conclusiones que el líder de los populares desgranó en la conferencia de prensa que ofreció en la sede nacional del partido para hacer balance de 2009.
La situación de la economía ocupó gran parte de su intervención, y así, destacó que 2009 ha sido “un año perdido” para que España siente las bases de una recuperación inminente y sólida, por lo que en el futuro habrá “más dificultades” para crear empleo nuevamente.
Todas las medidas del Ejecutivo han resultado “equivocadas”, desde el proyecto de ley de economía sostenible, pues “no resuelve casi nada”, dijo.
El PP, en cambio, a juicio de Rajoy, propone ante todo “decir la verdad” y cambiar la actual política económica “de la A a la Z”, de tal forma que se ponga fin a la “propaganda, los anuncios y la fotografía”.
Como sea que España tiene una imagen en el mundo “absolutamente mejorable” por la gestión económica del Gobierno y urge fomentar la confianza en las posibilidades del país, Rajoy ha dejado claro que actualmente no puede apoyar al Ejecutivo contra la crisis, por ejemplo a través de un pacto de Estado.