“Una vergüenza”. Así definió la portavoz del Gobierno de España, Isabel Rodríguez, el acuerdo alcanzado por este martes por el Partido Popular y Vox para formar el nuevo equipo de gobierno de la Comunidad Valenciana.
En concreto, se refería a la figura de Carlos Flores, condenado en 2002 por violencia psíquica contra su exmujer. Pero Flores no estará en el gobierno valenciano después del veto popular, quien se ha convertido en el candidato de su partido al 23-J.
Según recoge Europa Press, desde Moncloa destacan que usar la violencia de género como moneda de cambio es “cruzar un límite muy grave”.
Génova responde y se defiende
El Partido Popular no tardó en responder a las críticas socialistas. Los populares consideran que desde el PSOE no están “para dar lecciones” por el apoyo encontrado por Pedro Sánchez en Bildu durante esta legislatura.
En declaraciones recogidas por EP, desde Génova han hecho hincapié en que “no hay ningún pacto en el que Sánchez pueda prescindir de Bildu”.
Además, el Partido Popular ha presumido de no contar con Carlos Flores en el pacto de gobierno valenciano y han querido destacar que Vox “nunca exigió la vicepresidencia de la Generalitat para Flores”.