El pueblo valenciano de Albalat dels Tarongers ha decidido romper relaciones con el cura de la localidad por
incitar al odio y a la violencia desde el púlpito con unos sermones que el Ayuntamiento y algunos vecinos consideran machistas y homófobos.
Así lo ha afirmado este martes a EFE su alcaldesa, Maite Pérez, quien
ha pedido disculpas a los feligreses que pusieron en conocimiento del Ayuntamiento esta cuestión por no haberle dado la importancia que tenía en su momento, y no haber adoptado medidas desde el primer momento.
Según han relatado a EFE varios vecinos y feligreses tras la información que adelanta este martes el diario Levante-EMV, en sus homilías,
el párroco ataca a los homosexuales, de quienes dice que están "endemoniados" o que "deberían estar todos muertos", y denigraba también a las mujeres, al tiempo que justifica la violencia machista.
"Incita a que las mujeres
seamos sumisas ante nuestros maridos, que nos tienen que educar y si hace falta darnos una bofetada, es para educar", señala una vecina de la localidad, quien pide que se cambie a este cura del pueblo.
La alcaldesa, del PSPV-PSOE, ha afirmado que además de tomar "
la determinación de romper la relación con el cura", el Ayuntamiento ha convocado un pleno extraordinario para condenar y mostrar su repulsa por las manifestaciones que está haciendo, una propuesta que, según ha dicho, se ha pactado entre todos los grupos municipales.
"Todo lo que pueda vulnerar derechos y libertades y todo lo que no cabe en un Estado de derecho,
todo sale por su boca", ha señalado Pérez, mientras que el concejal del PP y exalcalde de este pueblo Filiberto Prats ha asegurado que, como feligrés, tuvo que salirse de la iglesia por "las barbaridades" que a su juicio estaba diciendo desde el púlpito.
"Se metió con todo el mundo. El único salvado parece ser que es él", ha relatado Prats, y ha dicho que al final no pudo soportar "tantas solemnes barbaridades", pues aunque han hablado con él, el párroco "
sigue con la suya".
Una vecina ha explicado que dejó de ir a la iglesia cuando atacó a los homosexuales y ha afirmado que hay niños de la primera comunión que
tienen miedo después de un sermón, así como que el cura se mete con las mujeres y las denigra.
Otra vecina cuenta cómo el cura incita a que las mujeres sean sumisas ante sus maridos y
justifica que se les dé una bofetada "para educar", y cómo induce a la violencia de género pero también "en todos los sentidos", pues decía que los homosexuales "tenían que esta todos muertos".
Desde el Arzobispado de Valencia han asegurado este martes que se han puesto en contacto con el párroco, que niega las palabras que se han puesto en su boca y dice que se han tergiversado, al tiempo que condena absolutamente la
violencia contra las mujeres y en ningún caso ha sido su intención ofender a nadie.
El cura lamenta "enormemente" el daño que esta noticia ha hecho a la Iglesia y "a quienes se hayan podido
sentir ofendidos por la tergiversación de sus palabras y perdona las calumnias realizadas contra su persona".
Añaden las fuentes del Arzobispado que algunos feligreses han contactado con la archidiócesis para asegurar que la versión publicada por el diario Levante-EMV
no coincide con las palabras del párroco, reafirmando que se han tergiversado.