El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha intervenido este lunes en la
Asociación Valenciana de Empresarios (AVE), donde ha tratado, entre otros asuntos, la gestión del agua en España.
García-Page ha afirmado que "cualquier partido o administración seria
no va a jugar a que falta agua en el Levante", y eso es lo que le ha llevado a reclamar que "no me falte en mi tierra, que nos falta".
El presidente asegura que en Castilla-La Mancha hay "miles de explotaciones agrarias que llevan nueve o diez años esperando a que alguien se acuerde de ellas con una licencia por falta de agua" o incluso "polígonos industriales parados que
no se pueden desarrollar porque no se garantizan los caudales".
García-Page sostiene que "
en España no tenemos agua en condiciones", ya que "no estamos beneficiados por el clima". El presidente ha señalado que el actual trasvase del Tajo al Segura "se hace entre
una parte de la España seca con otra parte de la España seca".
En este sentido, el presidente de Castilla-La Mancha ha declarado que si España quiere un sistema de trasvases lo puede plantear, de manera que "
arreglemos el problema a base de fontanería", pero ha incidido en que entonces se lleve "agua de todos los ríos, unos con otros".
Según ha trasladado García-Page, el presidente de la Generalitat Valenciana, Ximo Puig, está abanderando un cambio de fondo que "cuando se produzca el momento propicio, vendrá muy bien a la Comunidad Valenciana". "Tiene muy convencida a la mayoría de la gente
a un cambio de modelo financiero que requilibre la situación financiera de la comunidad autónoma", ha afirmado.
El presidente de Castilla-La Mancha piensa que si el día de mañana a Madrid le falta agua, el debate se acabará porque «a nadie le cabría la idea de que Madrid se quede con cortes de agua a expensas de ningún trasvase».
En cualquier caso, García-Page confía en que habrá acuerdo político en España antes de que «nos lo imponga el clima por su cuenta».