En un comunicado, la empresa indicó que con el alta en la actividad de la nueva empresa explotadora se hará cargo de todos "los contratos con los trabajadores de la empresa que cesan en la anterior explotadora y el pago de los salarios pendientes".
Por ello, explicó que se llevó a cabo el cierre del hotel "con ocasión de los trámites administrativos necesarios para el cambio de titularidad hasta del 15 de mayo de 2009, fecha prevista de la reapertura", por lo que la entidad reafirmó su "compromiso de contratar a todos aquellos trabajadores que deseen continuar trabajando en el establecimiento, subrogándose la nueva explotadora en todos los derechos y obligaciones de la anterior regularizándoles los salarios pendientes".
Así, el hotel subrayó que ha sufrido "una falta de liquidez que se ha arrastrado desde la construcción, en la que debido a los numerosos incumplimientos en la ejecución de la obra, la falta de subsanación de los defectos de los trabajos realizados y retraso en la entrega, se vio obligado a rescindir el contrato de obra a fin de continuar con otra empresa constructora y de diferentes industriales, la terminación del centro".
Su apertura, que tuvo lugar en junio de 2008, "tuvo que realizarse ocho meses después de la fecha prevista, lo que determinó la necesidad de destinar recursos económicos propios a la finalización de las instalaciones, con el consiguiente perjuicio económico".
Todos estos "quebrantos económicos imprevistos han tenido que ser soportados por la empresa explotadora con el consiguiente deterioro de la tesorería prevista para el inicio de la actividad", según apuntó la empresa, lo que unido a las "pérdidas continuadas en los meses siguientes a la apertura por ser deficitaria la explotación ocasionó una falta de tesorería que ha impedido el cumplimiento de las obligaciones de pago contraídas".
Además, aludió a que, una vez finalizada la temporada alta, "se fueron atendiendo los principales los compromisos de pago, entre ellos las nóminas de los trabajadores, pero para la temporada baja, resultaba imprescindible concertar una operación de tesorería con las entidades de crédito para cubrir estas diferencias transitorias de liquidez, propias del negocio hotelero".
En este sentido, a principios de enero de 2009, la empresa solicitó "a diferentes entidades bancarias unas operaciones de crédito para resolver la situación económica y, a pesar de que en las previsiones de facturación que se les acreditó a estas entidades quedaba patente la viabilidad económica de la explotación a medio plazo, no fueron concedidos dichos créditos, seguramente debido a la difícil coyuntura económica y bancaria que estamos atravesando en el país", por lo que, según argumentó el hotel, la última denegación de los créditos "se produjo a final de marzo" reciente.
Así, la empresa argumentó que es "incierto" que la empresa abonara las facturas pendientes por consumo de energía a Endesa, "esto es absolutamente falso, la gestión efectuada con la compañía suministradora fue solicitar el cambio de titularidad del contrato con la futura empresa explotadora".