El maestro de ceremonia y anfitrión fue el propio director de la Residencia de Ancianos de la Cruz Roja, Antonio Montero, y en la presidencia la delegada territorial de Igualdad, Salud y Políticas Sociales en Cádiz, Miriam Alconchel; el alcalde de San Fernando y presidente de la Diputación, José Loaiza; las delegadas de Familia y Servicios Sociales, María José de Alba y María José Moreno Subirana, además del delegado de Economía, Manuel Raposo por la parte política.
Por la de Cruz Roja, el presidente de la organización en Andalucía, Javier García Villoslada, al presidenta provincial, Concha García y uno de los cofundadores del centro en San Fernando, el médico Jesús Martín Almeida.
Se trataba de celebrar el veinticinco aniversario de la Residencia de Ancianos de la Cruz Roja y una jornada de puertas abiertas, con premios y música, fueron los alicientes, además de escuchar los objetivos de Cruz Roja para los próximos años, los niños y los ancianos en una organización en la que “lo que nos interesan son las personas”, que decía Villoslada.
La delegada de Igualdad, Salud y Política Sociales, Miriam Alconchel, se congratuló del gran equipo técnico con que cuenta la residencia, al que se unen los voluntarios que llevan de “vida y actividades” la estancia de los usuarios, recordando además que la Junta de Andalucía tiene concertadas 89 de las 150 plazas actuales del centro.
Y el alcalde de San Fernando, José Loaiza, quien se congratuló de que trabajadores y dirección hubieran sido capaces de superar los serios problemas que hubo en 2011 y hoy en día no sólo funciona todo bien sino que en septiembre se abrirá a la población la Unidad de Estancia Diurna que es un servicio que viene demandando la sociedad de San Fernando.
Después de los discursos se procedió a la entrega de premios a los colaboradores. Antonio Bertoa Cano, jefe del comedor del Meliá Hotel Internacional que de vez en cuando hace las delicias de los residentes con sus cócteles y la Asociación Isleña del Perro, que dos veces al mes pasa por el centro aplicando esa terapia que supone para los usuarios el contacto con los animales.
Y como la música es fundamental para la salud de las personas, fue reconocida la colaboración de los coros Aires de astilleros, de Cádiz, que lleva cinco años asistiendo en fechas festivas o el coro Con ilusión, siempre adelante, de Puerto Real, colaborador desde 2008, además del coro Mujeres Isleñas, de San Fernando.
Reconocido fue también el trabajo que desarrolla Margarita Romero, enfermera del Centro de Salud Rodríguez Arias, ya jubilada pero que transmite sus conocimientos a través de charlas a los residentes y personal, así como el de Pepín Valencia Mainé, hijo de residente, voluntario y encargado del huerto de la residencia.
Finalmente recibieron sendos relojes como regalo cuatro de los trabajadores que están en el centro desde que éste abrió sus puertas. José Manuel Segundo, que no pudo existir al estar hospitalizado; Modesta Quirós Espigares, Rosa María Galea Guisado e Isabel Cortés Pedreño.
La música la puso la Rondalla de Centro de Día de Mayores y los coros colaboradores, a los que se sumaron los residentes que todavía son capaces de pelearse con los compases. Y ganar la pelea.
