El tradicional torneo del Toro de la Vega en Tordesillas (Valladolid), sin muerte por alanceamiento desde la edición de 2016 en que fue suprimida por la Junta de Castilla y León, se celebrará este próximo martes como un encierro tradicional: una suelta por calles y campo sin sacrificio público ni arponcillos.
El Ayuntamiento de Tordesillas ha enviado este lunes a la Delegación de la Junta de Castilla y León en Valladolid la documentación necesaria para solicitar la autorización, ya aceptada, que permita la celebración del Toro de la Vega no como torneo sino como un encierro, de igual modo que en 2016, 2017, 2018 y 2019, las primeras ediciones tras ser prohibida la muerte pública del animal.
La delegada de la Junta de Castilla en Valladolid, Raquel Alonso, ha confirmado a Efe la doble autorización de este encierro: en la modalidad de encierro urbano, por una parte, y de encierro mixto (urbano y campo) por otra, en ambos casos separados por unas horas y con el Toro de la Vega como único protagonista.
El primero de ellos, previsto a las 00:30 horas de este martes, consistirá en el desenjaule del bravo, un cinqueño de la ganadería de Albarreal (procedencia del Marqués de Domecq), que saldrá de un cajón instalado junto al puente del Duero y que recorrerá las calles hasta los corrales de la plaza de toros.
En la corraletas del coso descansará hasta primera hora de la mañana, cuando de nuevo será encajonado y trasladado hasta la Cuesta del Empedrado en dirección al puente, donde pisará las calles, atravesará el puente y llegará hasta los pinares de Valdegalindo donde, una vez que lo decida la organización, concluirá el festejo previo aviso mediante el lanzamiento de una bomba real.
Con el paréntesis obligado por la pandemia en 2020 y 2021, el Ayuntamiento de Tordesillas impulsó el pasado enero una reforma de la ordenanza reguladora del festejo para recuperar su condición de torneo pero no mediante lanzas, prohibidas desde 2016, sino a través del prendimiento de arponcillos en el morrillo del astado, similares a las divisas que casi a diario lucen las reses en las corridas de toros, novillos y rejones durante la temporada española y francesa.
La Junta de Castilla y León, a través de una orden, confirmó y autorizó esta nueva modalidad a la que se opuso el Partido Contra el Maltrato Animal (PACMA), que alegó en contra al considerar que el astado seguía siendo objeto de maltrato mediante objetos punzantes e hirientes.
Tras ser rechazada esta alegación por el Ayuntamiento de Tordesillas durante la reforma de la ordenanza reguladora, el PACMA presentó un recurso ante el Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León que, de forma cautelar, acordó este pasado 9 de septiembre la suspensión de la orden de la Junta de Castilla y León que autorizaba esta nueva modalidad.
El festejo, por tanto, se celebrará en el formato de encierro o suelta, similar al establecido desde 2016.
A las once de la mañana, según costumbre, un toque de reloj suelto, seguido del lanzamiento de una bomba real, anunciará la salida del Toro de la Vega desde un cajón instalado en las inmediaciones de la Plaza Mayor, junto a la Cuesta Empedrada que desemboca en el puente sobre el rio Duero, camino de la vega.
El astado reseñado este año, de nombre "Manjar" y 560 kilos de peso, lucirá la divisa blanca y azul de la ganadería de Albarreal. Nacido en diciembre de 2016, es un ejemplar negro y mulato.
El Toro de la Vega es el principal referente de la Feria y Fiestas de la Virgen de la Peña de la villa de Tordesillas (del 10 al 15 de septiembre), símbolo y seña de identidad entre los habitantes de esta villa desde hace siglos como acredita el monumental astado de bronce, obra del escultor Óscar Alvariño, de nombre "Vaquerito" y erigido en 2003 a la entrada del puente.