En todas esas denuncias, que sumaban un total de 70.379 euros defraudados, coincidía el "modus operandi" con el utilizado por el presunto autor
La Policía Nacional ha detenido en Pamplona, en el marco de una operación que continúa abierta, a un hombre como presunto autor de un delito de blanqueo de capitales y múltiples delitos de estafa por valor de más de 70.000 euros cometidos a unas 125 víctimas de diferentes comunidades autónomas.
Al hombre de 36 años se le acusa de un delito de estafa continuada, blanqueo de capitales y usurpación de identidad y su identificación fue posible gracias a la labor desarrollada durante más de dos años por los agentes dentro de la Operación Return, informa la Policía en un comunicado.
Los investigadores analizaron más de veinte cuentas bancarias de diferentes entidades y las fueron relacionando con las 125 denuncias detectadas en Navarra, Madrid, Andalucía, La Rioja, Galicia, Castilla-La Mancha, Castilla y León, Murcia, Valencia, Aragón, Cantabria, País Vasco y Canarias.
En todas esas denuncias, que sumaban un total de 70.379 euros defraudados, coincidía el "modus operandi" con el utilizado por el presunto autor.
Así, según relata, el presunto autor ofertaba sus productos fraudulentos a través de anuncios en múltiples portales "online". Ofrecía tanto coches, motos, consolas o móviles como alquileres de habitaciones o de pisos en diferentes ciudades del territorio español con unos precios "irrisorios en comparación a los que marca el mercado y con fotografías de viviendas reformadas y en buen estado".
Una vez que los compradores ingresaban el dinero, descubrían que los objetos adquiridos nunca llegaban y que los pisos anunciados eran falsos. La investigación desveló que, en muchas ocasiones, los perjudicados buscaban desesperadamente un lugar donde poder residir de manera urgente.
Durante las fechas de confinamiento estricto derivado del estado de alarma en 2020 como consecuencia de la pandemia, las víctimas tenían que buscar lugares alternativos en los que alojarse y se dieron casos como el de unos estudiantes de Andalucía que tras realizar un pago de unos 3.000 euros para alquilar una vivienda en Madrid donde iban a cursar estudios, se desplazaron hasta la capital, y se quedaron en la calle al percatarse de que habían sido víctimas de una estafa.
Los investigadores comprobaron que el detenido era titular de 25 cuentas bancarias en distintas entidades y de 150 líneas telefónicas diferentes y, además, se valía de personas a las que había estafado previamente para utilizar sus DNI con nuevas víctimas, con la finalidad de aportar visos de autenticidad a la conversación y proteger también su propia identidad.
Esto, según la Policía, suponía no solo una mayor complejidad para llegar al punto de inicio de las estafas, sino que generaba perjuicios a las personas a las que usurpaba la identidad ya que recibían llamadas telefónicas de otras víctimas, así como citaciones judiciales o policiales para comparecer por hechos en los que no tenían nada que ver.
La investigación desveló también que el presunto autor había sido detenido en 2014 por un delito continuado de estafa sobre 148 personas a las que llego a defraudar 37.104 euros.
Tras su detención una vez identificado y localizado por los investigadores, y con el preceptivo mandamiento judicial, se procedió a un registro domiciliario de su vivienda en el que se incautaron tarjetas asociadas a las cuentas bancarias investigadas, así como una serie de documentos en el que aparecían anotaciones de transacciones bancarias, múltiples números de teléfonos y números de DNI y consolas y juegos que utilizaba para poner los anuncios.
El detenido ha sido puesto a disposición de la autoridad judicial junto con las diligencias de investigación.