Ocho de cada diez españoles son infelices en el trabajo. A esta desoladora conclusión ha llegado el último informe realizado por el comparador de seguros
Acierto.com que, con motivo del
Día Mundial de la Felicidad ha analizado cómo de satisfechos nos sentimos los ciudadanos de nuestro país en diferentes facetas de nuestra vida. Según los resultados, todavía queda mucho por hacer. Pero, ¿por qué?
Los datos apuntan a que el descontento tiene un origen multicausal pues, por un lado intervienen cuestiones como
la falta de reconocimiento hasta otras relacionadas con el puesto de trabajo en sí mismo -la falta de conciliación familiar, la percepción de estar recibiendo
un salario precario, etcétera-. En cualquier caso, el descontento es general, aunque cabe decir que aquellos empleos técnicos en los que se requiere de una formación superior dejan unas cifras ligeramente más halagüeñas.
Salarios injustos y poco reconocimiento
Así, más del 90% de los españoles cree que el salario mínimo interprofesional en nuestro país es injusto. En cualquier caso, aquí cabe comentar que casi 4 de cada 10 empleados
estarían dispuestos a cobrar menos a cambio de mayor felicidad laboral.
Y en esta felicidad influye la valoración de los superiores; tanto que el 70% de los encuestados por Acierto.com se siente más satisfecho y se esfuerza más cuando se le reconoce, independientemente de la importancia de sus logros. Tal es la importancia de estas “palmaditas en la espalda”, que
los empleados felices son un 12% más productivos.
En cuanto a la conciliación comentada, hasta 8 de cada 10 echan de menos un mejor
equilibrio entre la vida profesional y la laboral.
Y los que están en paro
Pero los trabajadores españoles no solo no están en desacuerdo con esto, sino con otras cuestiones como
la prestación por desempleo. De hecho, el 67% la considera insuficiente. De entre ellos, el 56% estima que debería prolongarse durante seis meses por año trabajado, mientras que el resto aumentaría esta cantidad a ocho y doce meses (el 14% y 13% respectivamente).
Tampoco están conformes con cobrar menos a medida que pasa el tiempo; algo que comparten hasta el 76% de los encuestados. Por otro lado,
9 de cada 10 considera que las indemnizaciones por despido son injustas. En concreto, el 77% piensa que deberían superar los 40 días por año trabajado, mientras que el resto establece un mínimo de al menos un mes por este mismo periodo de empleo. A pesar de esta forma de pensar, el 34,6% es capaz de ponerse en la piel de la empresa que le despide.
Una infelicidad que sale cara
Pero la infelicidad no solo es cosa de los trabajadores. No, porque la falta de satisfacción en el trabajo reduce la productividad y la calidad del trabajo e incrementa el absentismo laboral. Es decir: que
hace a las empresas perder dinero. Por no hablar de que estos empleados pueden marcharse y obligar a la empresa a destinar recursos a la búsqueda y formación de nuevos perfiles. Razón de más para ponerse las pilas y adoptar medidas al respecto. Algunas que pueden resultar de ayuda son:
Motivar a los empleados y felicitarles en público.
Establecer un plan de incentivos.
Crear un Día de la Salud: en el que se contrate a un masajista, fisioterapista, nutricionista, etcétera con el objetivo de que
los empleados se sientan cuidados.
Establecer campamentos de formación.
¿No eres feliz? Pide ayuda
Dicho lo cual, no podemos dejar de hablar tampoco de las acciones que puede llevar a cabo la persona que es víctima de esta
falta de felicidad, sobre todo si esta condiciona su desarrollo profesional y cotidiano. En este caso lo más recomendable es acudir a un psicólogo experto. Un punto en el que el seguro de salud puede resultar de gran ayuda, pues la mayoría de pólizas permiten acceder a un amplio cuadro médico.
Eso sí, en el caso de las
consultas al psicólogo, muchas aseguradoras establecen un número de sesiones anual concreto. También deberías revisar las carencias o informarte de si te interesa contratar un seguro de libre elección con reembolso. Este tipo de productos permite elegir libremente al médico que prefiramos y recibir una parte de la factura.