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Intervenidas más de 580 plantas y 7 kilos de marihuana en Cantabria

En la vivienda también había todo lo necesario para el cultivo y crecimiento rápido de estas plantas

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  • Operación. -

La Guardia Civil ha intervenido más de 580 plantas y siete kilos de marihuana en dos operaciones realizadas en las localidades cántabras de Penagos, donde se ha detenido a un joven, y en Queveda.

El pasado miércoles 19 se detuvo a un vecino de Vizcaya de 25 años, con iniciales J.B.H., como presunto autor de un delito contra la salud pública y defraudación de fluido eléctrico, al localizar en el interior de una vivienda que tenía alquilada en Penagos un cultivo con 583 plantas de marihuana, que darían lugar a más de 86 kilos de esta sustancia estupefaciente.

En la vivienda también había todo lo necesario para el cultivo y crecimiento rápido de estas plantas.


La investigación comenzó a mediados de julio, cuando la Guardia Civil sospechó que se podía estar cultivando marihuana en una vivienda de Penagos, arrendada por un vecino de Vizcaya que la visitaba esporádicamente.

Los agentes comprobaron que la casa tenía una conexión de electricidad fraudulenta, que no pasaba por contador, así como otras manipulaciones que confirmaban la existencia de un delito de defraudación de fluido eléctrico.

El 18 de septiembre el Instituto Armado registró la vivienda donde localizó una plantación 'indoor' compuesta por 583 plantas de marihuana de gran tamaño y todo lo necesario para su crecimiento rápido, como lámparas de gran potencia y ventiladores, que fueron desmantelados.

PLANTACIÓN EN QUEVEDA

Por otra parte, el 17 de septiembre, dentro de los servicios de vigilancia que desarrolla la Guardia Civil en el ámbito rural, una patrulla observó en una finca aledaña a una vivienda en Queveda (Santillana del Mar) una plantación de marihuana, por lo puso en marcha un operativo de vigilancia para localizar a sus dueños.

De este modo se identificó a una pareja, un hombre de 27 años y una mujer de 31, como presuntos dueños de la plantación al aire libre que, al ser desmantelada, arrojó un peso de siete kilogramos.

La Guardia Civil ha abierto diligencias a la pareja como investigados por un supuesto delito contra la salud pública.

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