El Juzgado de Instrucción número 10 de Madrid ha dejado en libertad provisional a una joven de origen ucraniano tras ser detenida el pasado 16 de junio por fingir su secuestro para cobrar un rescate de más de 2.000 euros a su madre.
El procedimiento arrancó a instancias de una denuncia de la madre interpuesta en la comisaría de Ciudad Lineal por un presunto delito de simulación de delitos.
Tras comparecer ante el juez, la joven de 24 años quedó en libertad provisional sin fianza y con la obligación de comparecer ante los juzgados. La detenida está defendida por el abogado Juan Gonzalo Ospina, quien mantiene que sí fue secuestrada y retenida en una nave.
Los hechos se produjeron el pasado 15 de junio cuando la madre se encontraba regresando en autobús de un viaje a Burgos y comenzó a recibir numerosos mensajes a través de la aplicación 'whatsapp' desde el teléfono móvil de su hija.
En los mensajes se identificó un varón que se encontraba acompañado de su hija. El hombre amenazó a la mujer con que le pasaría algo grave a su hija si no realizaba un pago de 2.139 euros.
"Cuando empiece a perder cosas poco a poco, cacho a cacho, se le va a destrozar al alma. Nos está obligando a llegar a los extremos. Está siendo transportada fuera de Madrid. Nosotros solo queremos nuestro dinero. La puta niña nos da igual", le llegó a la madre en uno de los textos amenazantes.
Cuando llegó a su domicilio, su hija no se encontraba y le fue imposible localizarla ya que no respondía a las llamadas telefónicas. Pero seguía recibiendo mensajes de 'whatsapp' desde su teléfono reclamando el envío de dinero.
Todos los mensajes de fueron borrados por el otro interlocutor, ya que según los escribía los iba borrando. Sin embargo, la denunciante realizó varias capturas de pantalla que aportó a la instrucción.
La madre relató que días antes, el pasado 11 de junio, recibió una llamada de su hija manifestando que había entrado un amigo suyo en casa y que se quería llevar varias cosas de su propiedad entre ellas los ordenadores y una tablet.
Según su relato, la joven recibe tratamiento psicológico por un posible trastorno de la personalidad, aún por confirmar.
Agentes de la Policía Nacional detuvieron a la chica un día después en la calle Vicente Muzas, negándose a declarar sobre los hechos de los que se le acusa.