Miguel Ángel Castro, catedrático de Química Inorgánica, tomó el testigo de la Hispalense en junio de 2015 cuando Antonio Ramírez de Arellano saltó al ruedo político como consejero de Economía y Conocimiento. En diciembre, fueron los votos del Claustro los que lo designaron máximo responsable de la institución que ya camina a por su sexto centenario. Pide con urgencia certezas del Presupuesto para 2019. Por el momento, y según lo pasado ayer al Consultivo, a la US le llegarán 324,2 millones para gastos de Capítulo 1 (nóminas).
¿Ha echado en falta que se hable más de la educación superior en las campañas?
–Ha ocurrido a nivel nacional, regional y, ahora, en las europeas y las municipales. La Conferencia de Rectores de las Universidades de España ha sacado comunicados enfatizando la falta de importancia que le daban los distintos candidatos al sistema universitario y al de investigación e innovación. A la vez que esto ha ocurrido y está ocurriendo, incluyo un comentario: es paradójico que esto suceda mientras todos los partidos, sin distinción, expresan lo importante que es transformar la economía para que esté basada en el conocimiento, y que ése es el reto que tiene la sociedad. Punto. Ahí acaba el comentario de todos ellos. ¿Y qué vamos a hacer con el sistema universitario? Y queda un vacío absoluto…Cuando no queda el vacío, queda algo peor: la creación de una corriente de opinión de manera periódica en la que se siembra un aura de sospecha sobre el sistema, sobre su credibilidad, su eficacia, su rigor e incluso sobre su honradez.
¿No cree en las casualidades?
–Expreso con claridad algo que cualquiera puede constatar en las hemerotecas. Cuando ocurre algo en una Universidad, inmediatamente hay un aluvión de opiniones generando una sombra de sospecha sobre todo el sistema. Es raro, ¿no? Y, por último, uno lee que en los fondos de inversión a corto plazo se está aumentado invertir en universidades privadas. Entonces, uno junta todo y no termina de comprender….
Para los próximos cuatro años, ¿cuáles deberían ser, a su juicio, las líneas estratégicas de la Universidad?
–El sistema universitario, y en particular el de Sevilla, entra en un momento trascendente. Hay una reflexión abierta sobre la Ley de Universidades, con una serie de puntos cardinales: más financiación, flexibilidad en las actividades del gobierno, más autonomía, un sistema en el que quede clara la rendición de cuentas que ya hacemos, internacionalización… Segunda cuestión: hemos acabado de pasar una crisis enorme y el sistema en su conjunto, y Sevilla en particular, ha respondido con solvencia. Hemos superado este proceso con altas dosis de eficiencia, demostrado lo que este sistema es capaz de hacer y conseguido en lo institucional pacificar la comunidad universitaria en los dos o tres debates clave que habían enrarecido nuestra situación interna. Hay posibilidad de proyectarnos al futuro con confianza.
Detengámonos en la financiación. Hace unos días se anunciaba la incorporación de un reputado catedrático a la UNIA para abordar el modelo de financiación. ¿Va a empezarse de cero?
–Uno de los grandes debes del anterior Gobierno fue no dejarnos el modelo aprobado. Al nuevo le he pedido lo mismo: un modelo plurianual que garantice la subsistencia real del sistema. Pero hay algo urgente: al no tener Andalucía presupuestos para 2019, no tenemos, a mitad de año, ninguna certeza de qué va a ocurrir con la ejecución presupuestaria. Cada universidad aprobó sus cuentas antes de terminar 2018. Éstas incluyen partidas relacionadas con acuerdos alcanzados en 2018. A día de hoy, no tenemos la certeza de que podamos cumplir estos acuerdos que ya estamos cumpliendo. ¿Esto qué quiere decir? Si no tenemos la certeza y los estamos llevando a cabo, el sistema podría entrar en déficit. Lo he trasladado al Gobierno con el énfasis que una cuestión de esta naturaleza requiere. Son momentos complejos, pero garantícennos que 2019 no va a ser el año en el que el sistema entre en involución cuando ha respondido en la crisis y, además, está en un momento de despegue.
¿Cuánto necesita la Hispalense para tener una financiación suficiente?
–Nuestro presupuesto supera los 400 millones, un 5% más que en 2018. Esto ha de mantenerse si queremos ser el motor de la transformación.
¿Es beneficioso el debate sobre las titulaciones y su revisión?
–En este tema también se quiere generar una sombra de sospecha. Agradezco que se llegue a una responsabilidad con amplio interés por mejorar el sistema. Dicho esto, en cuanto a la metodología, no es muy adecuado hacer valoraciones previas a tener datos. Y tampoco es adecuado pedir informes a expertos de no sé dónde, sin haber estudiado primero los informes de los expertos que lo han construido. El sistema universitario andaluz, y este rector en concreto como servidor público, se ofrece a ayudar para hacer una diagnosis apropiada del sistema. Cuando se habla de hacer un ranking de empleabilidad, me resulta sorprendente que no se conozca que es obligado en el sistema de calidad que tiene que aprobar los títulos que debe haber un indicador sobre la empleabilidad para cada una de las titulaciones. Me ha sorprendido que vayan a hacer un ranking que ya existe.