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Sevilla

Anulada la inscripción de fallecimiento de una mujer viva

Juana Escudero Lezcano es una vecina de de Alcalá de Guadaíra (Sevilla) que, pese a estar viva, aparecía como muerta y enterrada en un cementerio de Málaga

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  • Cementerio -

El Juzgado de Instrucción número 2 de Málaga ha acordado declarar la nulidad de inscripción de fallecimiento de Juana Escudero Lezcano, una vecina de la localidad sevillana de Alcalá de Guadaíra que, pese a estar viva, aparecía como muerta y enterrada en un cementerio de Málaga desde el año 2010 al coincidir su nombre con el de la mujer realmente fallecida.

En un comunicado, el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) ha informado de que, de este modo, "pone así fin a la confusión que había denunciado públicamente esta mujer y que le había ocasionado múltiples complicaciones en su vida diaria".

Según indica el Alto Tribunal andaluz, por orden de la juez titular se procedió este miércoles "a la exhumación del cadáver donde supuestamente estaba enterrada la denunciante desde hace ocho años", tomándose muestras de restos óseos de la persona enterrada con el fin de cotejar el perfil genético de la fallecida con los de Juana.

Y todo ello con el objetivo de "comprobar si se corresponden con los de una hermana de la denunciante desaparecida", ha señalado el TSJA, que ha añadido que las muestras se cotejarán también con las de un hijo de la hermana y sobrino de Juana Escudero.

LOS HECHOS

El abogado de la afectada, Fernando Osuna, ha informado a Europa Press de que fue en el año 2010 cuando se produjo el fallecimiento por una insuficiencia respiratoria de la mujer que está enterrada en el cementerio malagueño, momento en el que la pareja de la misma, por razones que se desconocen, aseguró que la fallecida se llamaba Juana Escudero, como la vecina de Alcalá.

"Su nombre no era ese, y no sabemos el motivo por el que su pareja dio el nombre de mi patrocinada" en este caso "de supuesta usurpación de identidad", ha explicado Osuna, que ha indicado que, durante varios años, su cliente no ha podido realizar distintas gestiones de ámbito administrativo al constar como fallecida, lo que le ha supuesto "un verdadero trastorno".

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