El alcalde de Sevilla, Juan Espadas, ha anunciado la decisión política de cerrar la Estación Depuradora de Aguas Residuales (EDAR) de San Jerónimo en este mandato y la reestructuración de las otras tres existentes en la ciudad --Ranilla, El Copero y Tablada-- para asumir los 44.000 metros cuadrados de aguas, dando así cumplimiento al compromiso electoral realizado por el socialista.
Tras visitar las instalaciones, Espadas ha señalado que ya se está ultimando el estudio para la ejecución de esta reestructuración por parte de Emasesa, a la par que se analiza la financiación, tanto desde medios propios como por parte de la financiación estatal y andaluza, ya que "son obras de interés general de la región y del Estado".
De hecho, ya hay concertada una reunión para el día 1 de marzo con la ministra de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente, Isabel García Tejerina, donde se "definirán obras de interés general en Sevilla", entre las que Espadas planteará la de San Jerónimo. Sin embargo, más allá de las decisiones que se tomen, afirma que ésta "ya está tomada e incorporada a la planificación de obras de Emasesa para este mandato".
Recuerda que la primera depuradora en la zona se hizo en 1984, siendo sustituida por otra más moderna en 1992, cuya vida útil ha terminado 25 años después, según destaca Espadas. Así, señala que su funcionamiento es adecuado, pero que la normativa ha ido aumentando las exigencias con estas depuradoras, unos parámetros que actualmente no cumple en su totalidad.
Menciona la declaración como "zona sensible" de todo el cauce del río Guadalquivir y añade que actualmente no cumple ya la normativa para la eliminación de componentes muy concretos, como el nitrógeno y el fósforo, porque no está preparada, a lo que suma "el vecindario se ha ido acercando y es una instalación industrial que puede generar molestias demasiado cerca del núcleo urbano".
En vez de invertir en ella, Espadas ha decidido cerrarla y depurar esas aguas en las otras infraestructuras de depuración de la ciudad, a las que serán también trasladados los trabajadores de San Jerónimo. Las citadas instalaciones necesitarían también inversiones para su reestructuración, unas cantidades "sensiblemente inferiores" que las que se necesitarían para trasladar la de San Jerónimo; además de para realizar las mejoras tecnológicas necesarias por la declaración del río como zona sensible. Actualmente sólo Ranilla cumpliría la norma, la más moderna.
Espadas recuerda que en 2011 el gobierno socialista de Alfredo Sánchez Monteseirín dejó licitado y adjudicado el cierre y traslado de la depuradora, pero el gobierno del PP de Juan Ignacio Zoido anuló la adjudicación y "metió en un cajón el tema".
"Cinco años después un gobierno socialista vuelve a sacarlo pero para anunciar que cumpliremos el compromiso con los vecinos de San Jerónimo y daremos por clausurada esta instalación", recalca, añadiendo que el procedimiento previsto en 2011 recogía recalificar el suelo de San Jerónimo para hacer viviendas, lo que financiaba una parte de la operación de cambio a otro emplazamiento, aunque su gobierno ha rechazado esa opción, indicando que el uso de este espacio se decidirá de acuerdo a las necesidades de la zona.