La Comisión Europea se plantea, aún sin postura oficial, dejar de financiar proyectos de movilidad a aquellas ciudades que no cuenten con un plan de Movilidad Urbana Sostenible, como es el caso de Sevilla, que se encuentra en vías de licitarlo.
La Comisión, que defiende que las ciudades sin estos planes no reciban determinados fondos europeos para transporte, volvió a poner sobre la mesa la semana pasada la idea de estudiar que los planes de movilidad urbana sostenible fueran condición sine qua non para acceder a fondos europeos, algo que ya se planteó en 2013, cuando se revisó la estrategia de movilidad sostenible durante la negociación de un documento referente a “estrategias europeas en materia de combustibles alternativos”, y que no llegó a aprobarse entonces por la oposición de los estados miembros.
Ahora la Comisión habría vuelto a valorar y debatir tal extremo, aunque todavía no hay nada definitivo. De llegar a hacerse efectivo podría afectar a la capital hispalense que, de momento, no dispone de un Plan de Movilidad Urbana Sostenible después de que el alcalde, Juan Espadas, lo anunciara al inicio de su mandato.
En la actualidad, según fuentes municipales, se están culminando los estudios previos y el plan (su redacción) saldrá a licitación en “los próximos días”.
Mesa de Movilidad en abril
Fue después de la celebración de la Mesa de la Movilidad en el pasado mes de mayo cuando el delegado de Movilidad, Juan Carlos Cabrera, informó de los proyectos que se iban a acometer en relación a esta materia, entre los que se encontraban la redacción del Plan de Movilidad Urbana Sostenible para la ciudad, anunciando que se licitaría en julio de 2016 “con el objetivo de planificar las decisiones y estrategias en esta materia con un horizonte temporal de diez años”.
También explicó que la redacción del plan se llevaría a cabo a través de la licitación de un servicio externo y con la participación activa de la Mesa de Movilidad y que su elaboración contaría con diferentes fases, arrancando con la realización de unas 30.000 encuestas para realizar un diagnóstico actual de los hábitos en materia de movilidad de los ciudadanos.
El proyecto cuenta con un presupuesto aproximado de 300.000 euros y, aunque tiene un plazo de ejecución de 18 meses, los pliegos de licitación recogerán mejoras para que pueda quedar finalizado en un periodo comprendido entre los 16 y los 13 meses a partir de su adjudicación.
Lo que sí ha hecho el Ayuntamiento hasta la fecha es poner en marcha todo lo que en abril se presentó en la Mesa de Movilidad referente a la Cartuja, con la ultimación de la lanzadera de Tussam y la apertura de 2.300 plazas nuevas de aparcamiento. También se han emprendido medidas para potenciar el uso de la bicicleta en el centro, con cambios en la señalética y nuevos aparcabicis.