Una madre sevillana con dos hijos y víctima de violencia de género ha pedido al Ayuntamiento de Sevilla, gobernado por Juan Ignacio Zoido (PP), una reducción del precio de la vivienda de protección oficial (VPO) en la que reside y que es propiedad de la empresa municipal de la vivienda (Emvisesa), o el traslado a otra con renta más baja, ya que lleva "tres años" en situación de desempleo y pesa sobre ella una orden de desahucio al no poder hacer frente al pago del alquiler.
En declaraciones a Europa Press Televisión, Isabel R. ha explicado que este pasado martes fue a juicio por impago del alquiler de la vivienda en la que reside con sus dos hijos en la capital hispalense y su desahucio está fijado para el próximo 20 de octubre. Una situación, ha admitido, que entiende porque el precio de la renta "es caro" para ella, si bien ha reiterado su petición de una vivienda con una precio "que pueda pagar" con el fin de "no incrementar más la deuda" contraída.
Esta madre de familia, que ha preferido mantenerse en el anonimato, se ha quejado de que lo único que le han ofrecido desde la empresa municipal es una vivienda "por el mismo valor" que la actual y que no puede pagar porque "casi" no tiene para comer.
Tras haber pasado por diferentes casas de acogidas, Isabel sale adelante ahora con la ayuda de las asociaciones y de sus vecinos, pero si se ejecuta la orden de desahucio "me tendré que quedar en el rellano de la escalera porque no tengo otra opción", ha asegurado.
"Me veo en la calle y no sé que hacer", ha lamentado, y ha añadido que "en ningún momento" Emvisesa se ha puesto en contacto con ella "para negociar" su alquiler. "Lo único que se les ha ocurrido ahora es decir que mi familia es conflictiva y eso es un as que se han sacado de la manga para echarme ya porque por impago el Ayuntamiento dice que no echa a nadie", ha afirmado, toda vez que el Ayuntamiento defiende de su lado que pese a las acciones judiciales promovidas a cuenta del impago de las rentas de sus VPO, su pretensión es buscar una salida negociada a tales conflictos.
Isabel ha explicado que le está afectando "mucho" esta situación, si bien ha admitido visiblemente emocionada que a lo largo de su vida ha salido "del atolladero varias veces" por lo que ésta "es otra prueba más". "No me queda otra que luchar", ha concluido.
