El comité de empresa de 'Vinnell-Brown & Root Spain' (VBR), la sociedad que gestiona los servicios civiles de la base aérea de Morón de la Frontera (Sevilla) para las Fuerzas Aéreas de Estados Unidos en Europa, ha convocado a los trabajadores a dos concentraciones a celebrar este jueves y el viernes, a las puertas del recinto militar, y a una donación de sangre este jueves en Alcalá de Guadaíra, para protestar por el nuevo expediente de regulación de empleo (ERE) que promueve actualmente la empresa para extinguir 55 puestos de trabajo.
En concreto, y según ha informado a Europa Press el comité de empresa de VBR, las movilizaciones continúan este jueves con una concentración a las 07,00 horas a las puertas de la base aérea, toda vez que a las 18,30 horas, en Alcalá de Guadaíra, se celebra una "donación colectiva" de sangre en la calle Valencia. Ya el viernes, las protestas continúan con una nueva concentración a las 07,00 horas a las puertas del recinto militar.
AL MÍNIMO LEGAL
Este jueves, por cierto, continúa el periodo de consultas del ERE, el tercero que sufre la plantilla española de la base desde 2010, con una nueva reunión entre el comité y la directiva de VBR, que pretende acometer 55 nuevos despidos con indemnizaciones de 20 días de sueldo por año de servicio y un tope de 12 mensualidades.
Mientras los dos anteriores despidos colectivos han supuesto la extinción de 185 puestos de empleo indefinidos en la base, el motivo del nuevo ERE no sería otro que la desaparición de los servicios de abastecimiento de combustible, carga y descarga y parque móvil, en el pliego de condiciones que regula el concurso gracias al cual las Fuerzas Aéreas de Estados Unidos en Europa contratan la gestión de los servicios civiles de esta base militar y otras varias ubicadas en Turquía.
El comité de empresa, en ese sentido, propone un expediente de regulación temporal de empleo (ERTE) hasta que los gobiernos de Estados Unidos y España, así como la nueva empresa adjudicataria de la gestión de los servicios civiles de la base, determinen tanto el contingente militar estable que acogerán las instalaciones, como el número de trabajadores necesario para atenderlas.
EL CONFLICTO DE LA BASE
Como muestran las hemerotecas, la empresa gestora de los servicios civiles de estas instalaciones militares ya promovió a finales de 2010 un primer expediente de regulación de empleo "por causas organizativas", para extinguir 286 de los 594 puestos de empleo sujetos entonces a tales servicios. Durante la negociación, la compañía y el comité de empresa acordaron reducir a 150 el número de despidos, pero la destrucción de puestos de trabajo quedó después rebajada a 119 personas al ser descubierto que 31 de los trabajadores incluidos en el ERE habían causado ya baja en la empresa, extremo que por cierto investiga el Juzgado de Instrucción número 15 de Sevilla.
Ya en 2013, un año en el que Estados Unidos decidió ampliar su presencia militar en la base de Morón de la Frontera con el despliegue de 500 infantes de marina y ocho aeronaves, la empresa promovió un nuevo ERE. En esta ocasión no medió acuerdo alguno y en septiembre, 'VBR' consumó el despido de otros 66 trabajadores, toda vez que pocos meses después, Estados Unidos ampliaba aún más su presencia militar en Morón para sumar 850 infantes de marina y 17 aeronaves en estas instalaciones.
EL TERCER ERE
Los trabajadores de la base, en ese sentido, avisaban de una estrategia predeterminada para reducir la plantilla española de las instalaciones castrenses y sustituir así a los empleados españoles por personal estadounidenses o directamente marines. Ya entonces, los representantes de la plantilla manifestaban su temor ante la posibilidad de que VBR promoviese un tercer ERE para que, en conjunto, los despidos colectivos se acercasen al número de puestos de empleo que la empresa pretendía extinguir a través del primer expediente de regulación de empleo, es decir 286.
De cualquier manera, después de que el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía declarase "no ajustado a derecho" el ERE de 2013 al atisbar incluso aspectos como un "incremento de tareas en determinados departamentos", los 66 trabajadores despidos a través de este procedimiento recurrieron ante el Tribunal Supremo a la búsqueda de la nulidad de los despidos, si bien la plantilla afronta ahora un nuevo conflicto con este tercer expediente de regulación de empleo anunciado por VBR.