La Guardia Civil ha imputado a dos menores por usar punteros láser con los que deslumbraban a aviones en pleno vuelo y a vehículos que circulaban por la carretera N-IV.
Los menores, de 14 y 16 años, produjeron deslumbramientos en varios vehículos y en aeronaves en las proximidades del aeropuerto de San Pablo de Sevilla y fueron localizados por la Guardia Civil cuando estaban ocultos en una zona abrupta de vegetación en la zona del Almendral, en Carmona (Sevilla), cada uno con un puntero láser.
La Guardia Civil señala en un comunicado que imputa a los menores un supuesto delito contra la seguridad del tráfico y una falta a la Ley Penal Procesal 209/1967 de Navegación Aérea.
La actuación policial se desarrolló tras las denuncias realizadas desde hace algún tiempo por parte de pilotos de las distintas compañías aéreas que operan en el aeropuerto de San Pablo.
Los pilotos denunciaron deslumbramientos por punteros láser operados desde tierra, en las aproximaciones y despegues al aeropuerto, coincidiendo con las fases mas peligrosas del vuelo.
Los agentes coordinaron con la Agencia Española de Seguridad Aérea (AESA) el procedimiento para conocer en el Centro Operativo Complejo (COC) de la Guardia Civil de manera automática y en tiempo real la información facilitada por los pilotos al observar un deslumbramiento por puntero láser.
El dispositivo permitió conocer el deslumbramientos desde las proximidades de la localidad de Carmona tanto a aeronaves como a vehículos que circulaban por la N-IV.
Se da la circunstancia de que, en un corto periodo de tiempo, varios conductores de la zona comunicaron a la Guardia Civil que habían sufrido deslumbramientos similares.
Los agentes también tienen conocimiento por la Torre de Control de navegación aérea del aeropuerto de San Pablo de que una aeronave con destino Amsterdam había notificado una incidencia por deslumbramiento por puntero láser cuando sobrevolaban a 3.000 pies de altura.
Una patrulla de la Guardia Civil que se dirigía hacia el lugar del que procedían los haces de luz fue deslumbrada por una potente luz verde que entró directamente por la luna e iluminó todo el habitáculo del vehículo, lo que creó un grave riesgo para la conducción.