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Sevilla

Cañamero dice que declararse "insumiso" judicial "no es una chulería"

Sino un acto de "protesta"

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  • Cañamero y Gordillo -

El secretario general del Sindicato Andaluz de Trabajadores (SAT), Diego Cañamero, ha defendido este lunes que declararse "insumiso judicial" y no acudir a los requerimientos de los distintos juzgados en los que está imputado por causas diversas "no es un empeño ni una chulería", sino un acto de "protesta".

   Cañamero ha explicado a Europa Press que, en la mañana de este lunes, acudió a desayunar a la sede del sindicato en El Coronil cuando una pareja de la Guardia Civil se presentó con una orden judicial de detención dictada por el juez de Instrucción número 8 de Sevilla después de que no compareciera ante este mismo órgano judicial para explicar su participación en una concentración en una finca de frutales de La Rinconada registrada en 2008.

   En este sentido, el secretario general del SAT ha indicado que, ante el juez, se ha acogido a su derecho constitucional a no declarar, tras lo que ha sido puesto en libertad con cargos aunque con la obligación de comparecer en sede judicial los días 9 y 23 de cada mes, no obstante lo cual ha advertido que "no se va a presentar" dichos días ante el órgano judicial correspondiente.

   "No me voy a presentar, y no se trata ni de un empeño ni de una chulería, sino de un acto de protesta", ha subrayado Diego Cañamero, quien ha puesto de manifiesto que, dentro de las protestas desarrolladas en La Rinconada, también participó en la ocupación de la sede de la asociación 'Asociafruit'.

"SI ME QUIEREN DETENER, QUE ME DETENGAN"

   Por estos hechos, fue condenado junto al parlamentario de IULV-CA Juan Manuel Sánchez Gordillo y otros 67 militantes del SAT a pagar una multa de 60 euros y a abonar otros 483 euros por los daños causados, pero Cañamero ha dicho que "no va a pagar" estas cantidades. "Si me quieren detener, que me detengan", ha dicho el líder del SAT.

   Cañamero ha relatado que, hasta la actualidad, ha sido detenido más de 40 veces y ha acudido a más de 60 juicios, "donde no me escuchan nunca, porque la sentencia está ya escrita debajo de la mesa", por lo que ha concluido afirmando que "no hay Justicia ni conmigo ni con el sindicato".
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