La visita a
Montjuïc para enfrentarse al
FC Barcelona costó demasiado
cara al
Sevilla Fútbol Club. Los hispalenses cayeron derrotados y perdieron a
Suso y
Ejuke, este último durante varios meses. Tan sólo cinco días después, el combinado blanquirrojo regresó a la ciudad condal para medirse al
RCD Espanyol, en un encuentro que, pese a la victoria, terminó con sabor
agridulce para los de
García Pimienta.
Nyland,
Badé y
Nianzou regresaron lesionados del choque liguero, y sus bajas suponen más quebraderos de cabeza para el técnico catalán cuando las piezas empezaban a encajarle a un Sevilla que cada vez tiene más clara la idea de fútbol que debe llevar a cabo para seguir sumando puntos.
El guardameta noruego tuvo que ser sustituido por
Álvaro Fernández y las pruebas médicas han detectado que tiene un
esguince grado 2 del ligamento lateral interno de la rodilla izquierda, que lo tendrá apartado de los terrenos de juego alrededor de
dos meses. Por su parte,
Badé sufre una
lesión en el sóleo izquierdo, mientras que
Nianzou tiene una
lesión en el recto anterior del muslo derecho; y ambos futbolistas estarán fuera
como mínimo dos semanas.
Con el partido de
Copa a la vista y el choque ante la
Real Sociedad el próximo fin de semana como una prueba importante para demostrar que la mejoría es real, García Pimienta deberá dar con la tecla para no dejar que el Sevilla se hunda en el mejor momento de lo que llevamos de temporada.