El
texto de la nueva
ordenanza de veladores remitido por el Gobierno de José Luis Sanz al
Consejo Económico y Social de Sevilla (CESS) para su valoración ha
dividido a sus componentes, ya que el dictamen que
este martes terminará votándose
no conseguirá la unanimidad, ya que estará
respaldado sólo por la parte social, mientras que los
empresarios se han desmarcado del documento, que demanda una profunda revisión de la ordenanza presentada.
El CESS, que debe emitir un dictamen que es perceptivo pero que
no es vinculante, recibió el primer texto
elaborado tras las reuniones de la Mesa de los Veladores y sujeto a aportaciones de esos mismos miembros
antes de ser elevado a propuesta para abrirse el
periodo de alegaciones públicas. Sin embargo, los miembros no han conseguido plasmar en un dictamen todas las sensibilidades, dividiendo a la parte social (sindicatos, vecinos y consumidores) de la empresarial.
Así, según han confirmado fuentes sindicales a Viva Sevilla, una de las principales
carencias del documento es que es
“inconcreto y confuso”, con
conceptos jurídicos indeterminados y aspectos fundamentales que se dejan “abiertos”, generándose unos
“márgenes de discrecionalidad” que derivan en “inseguridad jurídica”.
El CESS teme que vaya a dar lugar a que “
todo dependa del criterio del técnico municipal al que se encomiende el expediente, o bien de
instrucciones internas para tratar de evitar situaciones de
desigualdad de trato”.
También se ha cuestionado que
no exista una exposición de motivos que permita
identificar la intencionalidad de la nueva ordenanza, echándose en falta una
“coherencia jurídica” para afrontar situaciones de conflictividad entre el interés de la
ciudadanía sobre el espacio público y el
particular establecimiento, algo evidente en las
plataformas de veladores en aparcamientos o cruces de calzada.
En el dictamen también se cuestiona la
falta de análisis técnico sobre accesibilidad y libre deambulación de los ciudadanos ante esas plataformas, su
afección en zonas patrimoniales saturadas, y su
efecto sobre el derecho al descanso al aumentar el horario de los veladores.
Además, cuestionan que esta
ampliación de horarios pueda conjugarse con el
derecho al descanso, especialmente en aquellas áreas que ya están declaradas como
zonas acústicamente saturadas, mientras que reclaman unos
criterios transparentes y verificables para los
establecimientos llamados singulares.
De igual forma, se cuestiona el
exceso de regulación en lo que se refiere al ornato, “al punto de
asemejar el centro histórico a un parque de atracciones” por la uniformidad exigida.