Los vecinos de la barriada Guadalquivir de Coria del Río (Sevilla) afectados por el prolongado episodio de contaminación derivado de un vertido de hidrocarburos de la gasolinera de Zamarrilla Inversiones S.L. enclavada en dicha zona han solicitado audiencia al rey, Felipe VI, respondiendo la Casa Real al colectivo con un documento de fecha del pasado miércoles, en el que la institución toma "nota" de la petición y explica que en caso de ser posible dicha audiencia, lo hará saber a estos vecinos.
Precisamente este pasado jueves, el pleno de la Diputación aprobaba por unanimidad una moción en demanda de que la Consejería de Salud ofrezca un estudio sanitario "completo" a estas personas.
La moción, recogida por Europa Press, recuerda que estos vecinos "sufren algo más que hedores e incomodidades", pues como los vertidos contaminantes de hidrocarburos tipo gasolina, gasoil y aceites minerales "han producido un daño sustancial a la calidad del suelo en el entorno de la gasolinera, así como a la calidad de las aguas subterráneas", lo cierto es que estas personas "se han ido envenenando poco a poco al respirar compuestos orgánicos volátiles derivados de hidrocarburos, entre ellos el sulfato de dimetilo, muy tóxico por inhalación y, después de años de estar sometidas a esta situación, padecen graves problemas de salud".
El colectivo, recordémoslo, tiene solicitada una reunión con el consejero de Salud, el popular Jesús Aguirre, en demanda de aspectos como los análisis de sangre que actualmente se encuentran en el Hospital Virgen del Rocío; mejorar la atención primaria de algunos médicos del centro de salud de Coria; proporcionar atención médica personalizada a los niños y analizar el material biológico de un riñón extraído de uno de los afectados, entre otras reivindicaciones.
A tal efecto, la moción expone que aunque la Consejería de Salud "ha mantenido contactos" con los afectados, "la grave afectación que padecen estas personas requiere que se realice un estudio epidemiológico riguroso desde la especialidad médica de Toxicología, no sólo para tratar los problemas de salud que ya presentan, sino para prevenir las que puedan sufrir en un futuro, con especial vigilancia" en el caso de los menores.
La defensa de Aguirre
Recientemente, recordémoslo, el consejero defendía en una respuesta parlamentaria que su departamento ha "respondido a las demandas" y solicitudes de los vecinos, con medidas como la derivación de casos a la Unidad de Medicina Interna del hospital Virgen del Rocío o de los menores con síntomas a la unidad de gestión clínica de Pediatría de dicho centro.
En cualquier caso, esta moción aprobada por unanimidad reclama "un estudio completo sobre los vecinos y vecinas de la barriada Guadalquivir que así lo soliciten, por parte de Toxicología"; así como "un seguimiento especial" a los menores.
Ello, en paralelo a la investigación judicial promovida al respecto por el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número tres de Coria, por un presunto delito contra el medio ambiente y los recursos naturales con afección grave a la salud de las personas a cuenta de la citada fuga de hidrocarburos en la gasolinera cercana a las viviendas de los afectados.
El origen de las "fugas"
Recordemos que cuando el pasado 16 de octubre de 2020 prestaron
declaración como investigados los administradores y el gerente de la gasolinera, los mismos habrían negado que la instalación, gestionada por Zamarrilla Inversiones S.L., sufriese "fugas" en sus depósitos de combustible o cualquier "vertido" de sustancias contaminantes, alegando que en 2019 fue implantado en el recinto un sistema de prevención de filtraciones desde los depósitos al subsuelo. Además, habrían expuesto que el recinto cuenta con una "barrera hidráulica".
Así, los tres investigados habrían negado ante el juzgado que los episodios de contaminación y hedores investigados por el Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil a instancias de la Fiscalía, a raíz de la denuncia interpuesta por residentes de la barriada Guadalquivir, deriven de la actividad de la gasolinera, aludiendo a una "contaminación histórica" en la zona, cuyo origen estaría pendiente de esclarecer aún, según su tesis.
En las actuaciones realizadas, en cualquier caso, se ha detectado, tras mediciones realizadas en el interior de varios domicilios de la citada barriada, la presencia de compuestos orgánicos volátiles (COV) derivados de hidrocarburos, así como Sulfato de Dimetilo, muy tóxico por inhalación, según la Guardia Civil. Los agentes del Seprona detectaron igualmente, en las proximidades de la gasolinera intervenida la presencia de un vertido de hidrocarburos.
Escapes o vertidos
Según los técnicos, como consecuencia de los escapes o vertidos contaminantes de hidrocarburos tipo gasolina, gasoil y aceites minerales, se ha producido un daño sustancial a la calidad del suelo en el entorno de la gasolinera.
Dicha contaminación "ha dado lugar a un daño sustancial a la calidad de las aguas subterráneas y, por los flujos de descarga de los acuíferos y su cercanía al cauce, se produce una situación de grave perjuicio para el sistema natural del estuario del Guadalquivir, así como un riesgo importante de grave perjuicio a la salud de las personas" de la zona.
Para confirmar tal extremo, la Guardia Civil inspeccionó la gasolinera junto con inspectores del Servicio de Industria y Energía de la Junta de Andalucía, tanto física como documentalmente, comprobándose que existían anomalías en forma de fuga en el depósito de gasolina SP/95, según el Instituto Armado.