Fueron solicitados por la jueza Mercedes Alaya cuando juzgaba la trama de los cursos de formación pero nunca llegaron a Sevilla.
El Centro de Técnicas Industriales sigue proporcionando sorpresas a la ciudadanía, porque en este caso los responsables municipales lo sabían y lo saben aunque no había trascendido.
Archivadores y ordenadores de datos del centro, entre los que se podrían encontrar documentos que los juzgados que llevan los casos de los cursos de formación de la Junta dieron por no presentados o desaparecidos, dificultando la acción de la Justicia, están depositados en unas dependencias de la Policía Local de San Fernando.
La noticia la publica el diario El Mundo en su edición de Andalucía, que hace mención a que en esa documentación ‘guardada’ se encuentra todo lo concerniente a los cursos que recibieron o no los trabajadores de Delphi a través del entramado de empresas del ex consejero Ángel Ojeda, “uno de los principales implicados en el caso del fraude de la formación.
Según publica El Mundo, “tras el cierre precipitado, en mayo de 2014, de las instalaciones -ubicadas en el polígono de Fadricas de San Fernando-, los expedientes de los cursos, con los listados de los alumnos, partes de asistencia y demás documentación quedaron almacenados junto a la maquinaria y sin ningún tipo de vigilancia”.
Los documentos estuvieron depositados en una nave que la FAFFE, que es la fundación de la Junta de Andalucía para formar a desempleados, realquiló a Ojeda para que impartiese cursos.
Aunque la jueza Mecedes Alaya pidió la documentación y la Guardia Civil la recogió, los documentos terminaron en los calabozos de la Policía Local de San Fernando y nunca llegaron a los juzgados de Sevilla.
Se da la circunstancia de que el Ayuntamiento mantiene un contencioso por el cierre unilateral del CTI que se decantó a favor de la Junta pero persiste la demanda de cantidades que el ex alcalde José Loaiza siempre consideró “poco claras” e incluso algo peor, pero siguen sin aclararse las presuntas irregularidades en su gestión. Lo mismo algunas respuestas están en los papeles almacenados en los calabozos de la Policía Local.