Gerardo Ojeda es el Secretario General de la Asociación de Televisión Educativa Iberoamericana; profesor universitario de distintas disciplinas relacionadas con el cine y la comunicación, es también el secretario de la Asociación Española de Cine Científico. Este año ha sido la cara visible de la Bienal de Ronda, un defensor del certamen y de su sede en Ronda.
¿Cómo ha sido recuperar la Bienal tras su suspensión en 2012?
—Deberíamos comenzar con una autocrítica, y es que Ronda no ha valorado suficientemente un evento mundialmente reconocido como su Bienal. Me gusta siempre recordar sus orígenes, a nombres como el de Pepe Moreno, de la Caja Ronda, quien pensó que sería bueno iniciar una cita que entonces se llamó Semana Internacional del Cine Científico y la Educación, con la idea de que los niños y la población de Ronda en general pudieran ver obras audiovisuales con fines pedagógicos, vinculadas a la ciencia y a la tecnología. El de Ronda el primer festival de cine científico no sólo de España, sino de Europa, y aquí comenzó una inquietud en torno a un concepto por el que nos seguimos preguntando en la actualidad: ¿qué es el cine científico? Ronda ha sido factor desencadenante en la conceptualización del cine científico y es por ello que debíamos luchar por su Bienal.
¿Qué es el cine científico?
—El propio origen del cine es científico; lo que permite que veamos películas en las salas de cine o nuestras casas es la ciencia. Pero cuando hablamos de cine científico, la respuesta está en los propios orígenes de esta Bienal, en esos retos de los investigadores por divulgar y educar. El cine científico tiene que ver con todas aquellas imágenes y sonidos que provienen de procesos científicos, donde los protagonistas, incluso los actores, son científicos; y hay un segundo factor determinante, que los periodistas o comunicadores, que no hacen ciencia, quieren dar a conocer los conocimientos de esos actores científicos; son los comunicadores de la ciencia o los periodistas científicos, que saben muy bien cómo la imagen puede acercar la ciencia a la sociedad. Hay un concepto actual muy bonito, y pensamos que es herencia de esta Bienal, que defiende la participación ciudadana en la ciencia, porque es así como la ciencia se reconoce como una parte de la cultura del hombre y la sociedad.
¿Cómo es el cine científico español?
—Durante las primeras bienales, las grandes obras que venían a Ronda llegaban desde países con gran tradición en las imágenes científicas, países muy avanzados industrialmente como Reino Unido, Francia, Estados Unidos, Canadá o Australia. Pero hemos ido viendo cómo, y también a raíz de esta bienal, el cine científico español ha ido mejorando, con una calidad inmensa. Nos lo dicen los jurados internacionales que han estado también en otros muchos países trabajando. Este año hemos tenido una calidad inmensa en nuestro certamen, con una mayoría de producción española y con obras de muchísima calidad.
¿La Bienal volverá en 2016?
—Creemos y apostamos por la Bienal para el 2016, porque para la Asociación Española, que ha retomado la Bienal como suya, aunque es y seguirá siendo de Ronda, la organizará para que no existan otros problemas. En 2016 celebramos nuestro 50 aniversario como asociación, y para entonces justamente queremos ir preparando de manera especial la próxima bienal. Este lunes, cuando ya hayamos clausurado la presente edición, empezaremos a trabajar la siguiente. Y como es de Ronda, apelamos al Ayuntamiento para que nos siga apoyando decididamente.
Que tengan mucha suerte...
—Muchas gracias.