Las actitudes pequeñas suelen ser sinónimo de aptitudes pequeñas. Lo chungo viene más bien cuando quienes así se muestran -ineptos para aportar lo que mejore y con una falta de aptitud absoluta con todo lo que signifique convivir renunciando a un ego elefantiásico- tienen poder (y nada más que eso, que no es poco). Que gobernantes como Donald Trump tengan en sus manos la posibilidad de decisiones trascendentes dentro (que con su pan se lo coman los estadounidenses) y sobre todo, fuera de sus fronteras, y además, por añadidura, en tiempos tan jodidos como estos, clavan desesperanza e imponen inquietud.
Ahora, como no le gusta lo que dice la Organización Mundial con la Salud (OMS), les quita la paga; cuando no es la ONU, que le contradice, o cuando no, la Unesco, con sus zarandajas culturales y patrimoniales. Curioso, po cierto, que solo le gusta aportar más a la organización bélica, a la OTAN. Es la actitud del niño malcriado que, cuando no gana, se lleva la pelota; la actitud del adulto inmaduro que, incapaz de aceptar que su pareja le ha dejado, no hace sino culparla de su propia incapacidad. Es también ese compañero mezquino y mediocre con el que hay que realizar tareas y que no da para mucho, hasta el punto de ocultar sus errores e incapacidades poniendo en tela de juicio lo que has hecho bien tú, o regular, pero que has llevado a cabo consciente y razonablemente, y con la mejor actitud y aptitud. Vaya, es como si alguien que hubiera tenido la máxima responsabilidad de un país, al frente de su Presidencia del Gobierno, se saltara a diario la orden de confinamiento del estado de alarma para salir a hacer deporte andando por los alrededores de su casa, todo un mal ejemplo, ¿verdad Mariano?
Mientras, los demás, los comunes, lo que se ha llamado siempre la gente de pie (os que hacen en realidad que todo funcionen), deben poner toda su capacidad y todas sus ganas, para que el barco no se hunda. En fin, que ya si eso, otro día hablamos de Boris o de los ultras patrios nacionales que también dan para mucho. Siendo como son tan poco, y dando como dan para sólo mezquindades.
