La idea, que se pretende poner en el mercado el próximo otoño, está dirigida sobre todo a los nativos digitales, es decir, a niños y adolescentes que se manejan sin problemas con las nuevas tecnologías y los smartphones y a quienes el tacto de los cromos de papel no les genera las mismas sensaciones que a sus padres o hermanos mayores.
Aquí, el álbum es virtual. Tras registrarse en Facebook o Twitter el coleccionista en potencia obtendrá los diez primeros cromos digitales de forma gratuita.
Si uno se aficiona, cada vez que entre en el sitio de la colección obtendrá gratis otro más, pero para hacerse con la totalidad (habrá un porcentaje exclusivo) deberá hacer micropagos a través de sms (que rondarán los 1,40 euros) para comprar packs de diez cromos de forma aleatoria, como los tradicionales sobres que había que rasgar para ver su contenido.
Por lo demás, explica a Efe Jaume Teixi, cofundador de Totfan, “todo es igual”, los cromos repetidos se pueden cambiar (o regalar según se tercie) con otros coleccionistas.