La comisión de desembalse de la cuenca del Guadalquivir autorizará este miércoles un desembalse de agua de 1.040 hectómetros cúbicos (hm3), un 63 % más que el año pasado, lo que garantiza una desahogada campaña de riego para la agricultura con una dotación máxima de 4.000 metros cúbicos por hectárea, casi seis veces más que la campaña anterior.
En rueda de prensa previa a la comisión de desembalse, el presidente de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG), Joaquín Páez, ha informado de que es la propuesta que presentará a la comisión, en la que están representados los usuarios de la cuenca, y ha asegurado que el abastecimiento (consumo humano) está garantizado cuatro o cinco años gracias a las lluvias de marzo, el tercer marzo más lluvioso de los últimos cuarenta años.
La dotación máxima de la cuenca son 6.000 metros cúbicos por hectárea, por la que se ha reducido un 33 % respecto a ese nivel al fijarse para esta campaña en 4.000 metros cúbicos, si bien el año pasado el recorte fue del 88 % a causa de la prolongada sequía, lo que, según Páez, supone un "alivio para el campo".
Según el presidente de la CHG -organismo dependiente del Ministerio para la Transición Ecológica-, este aumento beneficiará a todos los cultivos, que tienen garantizada una dotación máxima y sobre esa cantidad se le aplica la reducción que van desde un máximo del 33 % a un 25 % como en el caso del olivar, que pasará de 1.500 metros cúbicos por hectárea a 1.125 metros cúbicos.
Otro de los beneficiados será el arroz, que contará con una dotación de 264 hectómetros cúbicos, por lo que los arroceros van a disponer de dos tercios de la totalidad del agua máxima que pueden tener, lo que permitirá la siembra de este cultivo que la pasada campaña no se sembró por la falta de agua.
Esta campaña de regadío, que arranca mañana jueves y se prolongará hasta el 30 de septiembre, es similar a la del año 2020 tras varios años de reducciones de la dotación debido a la prolongada sequía en la cuenca, que con las lluvias de marzo se encuentra el sistema de regulación general por encima del 41 % de su capacidad de almacenamiento y al 47 % el total de la demarcación.
De los 1.040 hectómetros cúbicos autorizados en la comisión de desembalse, se reservan 30 hm3 para octubre para dar solución a los regadíos tempranos, ha precisado Paéz.
Ha mostrado la satisfacción de que hayan cambiado las expectativas de febrero para esta campaña de regadío gracias al punto de inflexión que han marcado las lluvias en Semana Santa, ya que han caído muy bien y benefician en general a todos los cultivos.
El presidente de la CHG ha agradecido el compromiso de los regantes durante los años difíciles de escasez de agua con cuatro años "muy duros y descorazonadores a la hora de repartir" y ha destacado que el regadío andaluz es el más modernizado de toda Europa, ya que el 80 % de la demarcación está renovado.
La demarcación del Guadalquivir, la más grande de Andalucía, comprende unas 500.000 hectáreas de regadío, de las que unas 350.000 pertenecen a la regulación general.
El 87 % del agua se destina al regadío, el diez por ciento a abastecimiento y el tres por ciento a la industria y estos tres sectores están representados como usuarios en la comisión de desembalse de la CHG, a la que están invitados a participar con voz pero sin voto las organizaciones agrarias y otras sociales, ha indicado Páez.
Asimismo, ha destacado el compromiso del Gobierno de España con las obras de emergencia para hacer frente a la sequía, a lo que ha destinado en esta cuenca unos 47 millones de euros.