Los ministros de Exteriores de la Unión Europea (UE) se mostraron hoy divididos sobre la posibilidad de aprobar nuevas sanciones contra Rusia tras la detención del opositor Alexéi Navalni y de los más de 3.000 manifestantes que el sábado protestaron en noventa ciudades rusas, pidiendo su liberación.
Al término del encuentro, el alto representante para la Política Exterior de la UE, Josep Borrell, reconoció que "algunos Estados miembros plantearon la cuestión" de que aprobar sanciones "puede ser la respuesta correcta a la situación en Rusia".
Sin embargo, ante la falta de unidad no se tomó ninguna medida al respecto, aunque los ministros sí coincidieron en exigir la libertad para Navalni y el resto de detenidos.
Esa exigencia se la planteará la semana que viene Borrell al ministro de Exteriores ruso, Sergei Lavrov, durante el viaje oficial que hará a Moscú entre el 4 y el 6 de febrero, según confirmó hoy el alto representante.
"Será una buena oportunidad para discutir con mi homólogo ruso todos los temas relevantes y para pasar mensajes claros sobre la situación actual de los derechos y las libertades", dijo Borrell, quien especificó que hablarán concretamente del caso de Navalni.
El alto representante descartó fijar su viaje a Moscú como un punto de inflexión para aprobar sanciones, en caso de que tras la visita Navalni siga en prisión preventiva.
En términos similares se expresó el ministro de Exteriores alemán, Heiko Maas, al decir que "la única respuesta correcta es la liberación" de Navalni y asegurar que sobre sanciones hablarán cuando sepan "cómo evoluciona la situación".
La jefa de la diplomacia española, Arancha González Laya aseguró que "la UE ha respondido de manera muy contundente respecto a lo que espera de Rusia" y aseguró que la UE va a "seguir discutiendo la cuestión".
Está previsto que los Jefes de Estado y de Gobierno traten la relación entre la UE y Rusia en la cumbre de marzo.
TURQUÍA
En su primer encuentro del año, los ministros de Exteriores de la UE discutieron también la relación con Turquía, después de que los líderes europeos encomendaran a Borrell preparar nuevas sanciones para aplicarlas en marzo, si continúan las tensiones con Ankara.
El alto representante aseguró hoy que esos trabajos "siguen en marcha", pero aseguró que los ministros no avanzaron en esa dirección.
Al contrario, Borrell aseguró que el diálogo que retomaron hoy Grecia y Turquía para intentar solucionar sus disputas marítimas "es un paso importante" para rebajar las tensiones entre Bruselas y Ankara y celebró que "las tensiones que envenenaron la vida durante el pasado verano y la pasada primavera" entre la UE y Turquía "han parado".
Hizo así referencia no sólo a las tensiones con Grecia, sino también con Chipre, en relación a las prospecciones de hidrocarburos que Turquía llevó a cabo en aguas cercanas a la isla.
VENEZUELA
Además, los ministros hablaron de los últimos acontecimientos en Venezuela, tras el inicio del mandato de la nueva Asamblea Nacional controlada por los partidarios del régimen del presidente venezolano, Nicolás Maduro, que la UE no reconoce al rechazar el resultado de las elecciones del pasado mes de diciembre.
Los Veintisiete pidieron unidad a los líderes de la oposición venezolana, incluido Juan Guaidó, y los consideraron como "interlocutores privilegiados e importantes" en la búsqueda de una salida a la crisis política que vive Venezuela.
Y como ya hicieran en la declaración aprobada el 6 de enero, tras la constitución del nuevo parlamento y el fin del mandato de la anterior Asamblea Nacional, dirigida por Guaidó, evitaron tratar al opositor como presidente de Venezuela.
"La posición española es la posición europea", dijo la ministra española de Exteriores, Arancha González Laya.
CAMBIO CLIMÁTICO
Los Veintisiete reconocieron también que el cambio climático es una "amenaza existencial para la humanidad" y pidieron a todas las partes que "mejoren la ambición" de sus contribuciones para reducir las emisiones antes de la COP26 de finales de año en Reino Unido.
Los jefes de la diplomacia europea confirmaron su "compromiso continuo" de seguir aumentando la movilización de la financiación climática internacional, a pesar de que entre 2013 a 2019, la UE duplicó su contribución a 23.200 millones de euros.
Nos comprometeremos principalmente con África, que sólo representa hoy el 2 % de las emisiones mundiales (...) Si queremos que los africanos, que están aumentando en número, tengan el mismo nivel de vida, tendrán que aumentar su consumo energético y al mismo tiempo, no aumentar las emisiones de CO2. Esto requerirá un esfuerzo gigante y tendremos que permanecer al lado de nuestros aliados africanos", afirmó Borrell.
REINO UNIDO
Borrell confió también en solucionar "satisfactoriamente" el conflicto entre Bruselas y el Reino Unido, que tras abandonar el club comunitario se niega a conceder el estatus diplomático al embajador de la UE en Londres.
No obstante, apuntó que "no es una señal amistosa la primera que nos ha enviado el Reino Unido inmediatamente después de abandonar la UE y si las cosas continúan así no ofrecen buenas perspectivas".
En cambio, con quien sí mostraron sintonía fue con el ministro de exteriores japonés, Toshimitsu Motegi, con quien mantuvieron una conversación por videoconferencia en la que trataron las tensiones en la región Indo-Pacífico.
"Hemos confirmado que la UE y Japón son socios afines", aseguró Borrell.