El Ejecutivo está evaluando la eficacia del toque de queda a las 18.00 horas decretado en todo el país desde hace casi tres semanas
Francia debate este lunes sobre si se debe lanzar un tercer confinamiento para frenar el avance de la covid-19, a pocos días de que el Gobierno anuncie las nuevas medidas frente a la aceleración de los contagios.
El Ejecutivo está evaluando la eficacia del toque de queda a las 18.00 horas decretado en todo el país desde hace casi tres semanas y está previsto que el próximo miércoles se tomen nuevas medidas, que según varios expertos deben ser de confinamiento de la población.
La presidenta de la Alta Autoridad de Salud, Dominique Le Guludec, indicó este lunes en la emisora France Inter que el país atraviesa "un momento inquietante", con el previsible avance de la cepa británica del virus.
Le Guludec señaló que es necesario tomar medidas antes de que la multiplicación de casos sea "exponencial", pero advirtió también de los peligros que supone hacerlo "demasiado pronto", porque el cierre de actividades también tiene consecuencias sanitarias.
"Sabemos que la variante inglesa va a llegar. Cuanto más elevada sea la circulación cuando llegue, peores serán las consecuencias (...) Podemos hacer previsiones desde el inicio de la curva y tomar decisiones lo suficientemente pronto para evitar que acelere, pero tampoco demasiado pronto, porque sabemos que un confinamiento es terrible para la gente", señaló.
Sus declaraciones contrastan con las que este domingo pronunció en la televisión BFMTV el presidente del Consejo Científico que asesora al Gobierno sobre la pandemia, Jean-François Delfraissy, que consideró inevitable un nuevo confinamiento y pidió que se decrete "lo antes posible".
"Cuanto más rápida sea la situación, más eficaz y limitada en el tiempo será. Estamos en una semana crítica", indicó el epidemiólogo.
Delfraissy aseguró que con una cifra diaria de unos 20.000 contagios y unos 300 muertos, Francia es, junto con Italia, uno de los países de Europa que presenta mejores datos, pero "si no se hace nada la situación será extremadamente difícil como lo es en otros países".
Preocupa en especial el avance de las nuevas cepas, que según Delfraissy causarán entre el 7 y el 9 % de los contagios y que el ministro de Sanidad, Olivier Véran, aseguró que pueden llevar a decretar un nuevo confinamiento si se generaliza en todas las regiones.
Frente a ese escenario, resta por saber qué tipo de confinamiento decidirá el Gobierno, más duro, como el de marzo pasado, o más flexible, como el de noviembre, con escuelas abiertas.
Los empresarios ya han apostado por este segundo formato con la posibilidad de abrir comercios, como indicó en la televisión BFMTV el presidente de la principal patronal MEDF, Geoffroy Roux de Bézieux, que alertó de que muchos sectores están "en situación agónica".
Frente a las declaraciones de varios miembros del Gobierno que aseguran que las ayudas estatales no podrán seguir al ritmo actual, Roux de Bézieux pidió que se mantengan para los sectores más afectados.