El estudiante australiano Alek Sigley, liberado el jueves por las autoridades de Corea del Norte donde permaneció detenido más de una semana, rompió hoy su silencio mediante un comunicado para agradecer el apoyo recibido, al tiempo que señaló que pretende regresar a la normalidad y precisó que no hablará con los medios.
"Quiero hacer saber a todos que estoy bien y quiero agradecerles por preocuparse por mi bienestar y el apoyo brindado a mi familia en las últimas semanas. Estoy muy feliz de estar junto a mi esposa, Yuka, y de haber hablado con mi familia en Perth (Australia) para asegurarles que estoy bien", expresó Sigley en una escueta nota.
En el breve texto, divulgado a los medios por un portavoz en representación de Sigley, el australiano evitó dar detalles de su detención y adelantó que no dará declaraciones en el futuro.
Sigley quien se encuentra actualmente en Tokio con su esposa Yuka Morinaga, agradeció al personal que participó en su liberación y remarcó que pretende "retomar su vida normal".
El estudiante fue liberado el jueves gracias a la mediación de Suecia -en representación de Australia- ante las autoridades norcoreanas, después de que Sigley fuera detenido por causas y en condiciones que se desconocen.
La familia de Sigley denunció su desaparición a mediados de la semana pasada al no poder comunicarse por WhatsApp, lo que impulsó las gestiones diplomáticas australianas y atrajo la atención de la prensa.
El ministro australiano del Interior, Peter Dutton, recomendó hoy a Sigley que evite regresar a Corea del Norte, país donde el joven de 29 años estudiaba literatura y trabajaba como operador turístico.
"Mi consejo es muy claro. Me quedaría en Japón o iría a Corea del Sur o regresaría a Australia. Todas estas son mejores opciones que volver a Corea del Norte (...) No creo que se ponga otra vez en esa situación (...) podría terminar de manera muy distinta", insistió Dutton.
La de Sigley sería la primera detención de un extranjero en Corea del Norte de la que se tiene conocimiento desde el arresto del estudiante estadounidense Otto Warmbier, al que se condenó a 15 años de trabajos forzados por robar supuestamente un cartel de propaganda cuando visitaba Pionyang en diciembre de 2015.
Un año y medio después, Warmbier fue devuelto en estado de coma a Estados Unidos, donde falleció seis días después, el 19 de junio de 2017.