La segunda víctima mortal del fuego que desde el pasado martes arrasa el norte de la provincia de Ávila eleva a once el número de fallecidos por los incendios forestales de este verano, la cifra más alta desde 2005, cuando estos siniestros costaron la vida a veintitrés personas.

Desde ese año, nueve personas más han fallecido a causa del fuego: seis en 2006, una mujer en 2007, y dos hombres en 2008.

La segunda víctima del fuego declarado en el Valle del Tiétar (Ávila), entre los municipios de Arenas de San Pedro, El Arenal y Monbeltrán, es Juan Carlos Rodríguez Matabuena, un capataz de la empresa Tragsa enviado por la Comunidad de Madrid para colaborar en las tareas de extinción del incendio.

Rodríguez Matabuena, que el martes por la noche fue arrollado por un buldózer mientras indicaba al conductor de la máquina la ruta que debía seguir para abrir un cortafuegos, falleció ayer y su cuerpo fue trasladado al Instituto Anatómico Forense de Ávila.

Antes de ayer fallecía la primera víctima de este incendio abulense, un profesor jubilado de 63 años. La ministra de Defensa, Carme Chacón, que acudió al mirador de Puerto del Pico (Ávila), explicó que los efectivos que trabajan en este siniestro están intentando paralizar el avance de la cabeza norte del incendio, que tiene ya 30 kilómetros de frente y ha arrasado más de 3.000 hectáreas de monte.

Según Chacón, las próximas horas serán claves para controlar este fuego, puesto que el viento es cada vez más fuerte, las temperaturas siguen en aumento y el acceso es difícil para los medios terrestres que trabajan en las tareas de extinción.

Veinticinco medios aéreos y más de 450 militares de la Unidad Militar de Emergencias (UME) intentan frenar este fuego que, según la ministra, podría ser intencionado, ya que sus dos focos de origen aparecieron simultáneamente.

El subdelegado del Gobierno en Ávila, César Martín, anunció que uno de los dos frentes del fuego, el de El Arenal, está casi controlado, mientras que el segundo, en San Martín del Pimpollar, es “virulento” y sigue “descontrolado”, pero la Junta de Castilla y León confió en tenerlo controlado para la pasada noche o para esta mañana.

El presidente de Castilla y León, Juan Vicente Herrera, también se mostró convencido de que esta tragedia humana y patrimonial ha sido causada por “criminales” que sabían que “con las condiciones meteorológicas se produciría un efecto chimenea”.

A causa de los incendios de este verano, que ya han arrasado una superficie mayor que toda la que ardió en 2008, el Gobierno doblará su apoyo a las autonomías, como anunció en el día de ayer la ministra de Medio Ambiente, Elena Espinosa, en la Conferencia Sectorial del ramo, donde avanzó que el Plan Árbol será “reconducido” para atender prioritariamente las áreas más afectadas por el fuego.