Las fuertes lluvias que azotaron el jueves el montañoso estado de Virginia Occidental (este de EEUU) han causado la muerte de por lo menos 23 personas, informaron hoy las autoridades del estado.
El agua ha desbordado ríos y tumbado árboles y postes de electricidad, lo que a su vez ha dejado a cientos de residentes aislados y esperando a ser rescatados por los equipos de emergencia.
El temporal, que ha obligado a declarar el estado de emergencia en 44 condados, fue especialmente virulento en la zona sureste de Virginia Occidental, una región situada en el corazón de la cordillera de los Apalaches, de gran tradición minera, mayoritariamente blanca y muy empobrecida.
Las fuertes lluvias se produjeron el jueves, cuando en un sólo día Virginia Occidental recibió aproximadamente un cuarto del total de lluvia que recibe habitualmente en un año, aunque algunos chubascos aislados cayeron también el viernes.
"Los daños son generales y devastadores. Nuestro mayor reto siguen siendo las aguas desbordadas", indicó en una rueda de prensa el gobernador del estado, el demócrata Earl Ray Tomblin.
Uno de los fallecidos, según informaron las autoridades, es un niño de 4 años a quien se llevaron las aguas mientras estaba jugando con su hermana en los alrededores de su casa.
Además de las vidas humanas, las fuertes lluvias y las inundaciones también han causado importantes daños materiales en hogares e infraestructuras a lo largo y ancho del estado.
Los usuarios compartieron en las redes sociales, por ejemplo, imágenes del resort de golf Greenbrier, un complejo de lujo cuyos campos quedaron absolutamente inundados.