Al menos diez efectivos de las fuerzas de seguridad iraquíes murieron hoy en cinco ataques suicidas contra sus posiciones cerca de una presa en la provincia occidental de Al Anbar, donde perecieron también en combates una veintena de yihadistas.
Una fuente de la Policía iraquí informó de que los atentados fueron perpetrados por miembros del grupo terrorista Estado Islámico (EI) en las proximidades de la presa de Hadiza.
Unos quince uniformados resultaron también heridos en estos ataques y los posteriores enfrentamientos, en los que se emplearon armas ligeras y medianas.
La jefatura de las operaciones en las zonas septentrionales y occidentales de Al Anbar indicó por su parte en un comunicado que sus fuerzas mataron a al menos veinte terroristas y destruyeron seis de sus vehículos blindados en la localidad de Hadiza y su presa.
En Al Anbar, escenario actualmente de una ofensiva militar para recuperar su control, se registraron en esta jornada combates entre ambos bandos e intensos bombardeos de la aviación del Ejército iraquí.
Un ataque aéreo contra miembros del EI en el centro de la ciudad de Ramadi, capital provincial, causó la muerte a seis extremistas y heridas nueve.
Otro bombardeo efectuado al sur de la ciudad de Faluya se saldó con la muerte de cinco radicales, entre ellos un supuesto cabecilla de seguridad del EI identificado como Abu Saif, según la nota oficial.
El principal objetivo de la actual ofensiva militar en Al Anbar es recuperar Ramadi, arrebatada al Ejército por los yihadistas el pasado 17 de mayo en una operación relámpago que forzó la huida precipitada de los soldados iraquíes.