El secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki Moon, ha condenado este viernes la decisión de las autoridades en Sudán de expulsar a dos altos funcionarios de la ONU del país, en un hecho que califica como "inaceptable".
El Gobierno de Omar Hasán al Bashir ha ordenado a Alí al Zatari, coordinador residente del Programa para el Desarrollo de Naciones Unidas (PNUD), y a Yvonne Helle, la directora del PNUD en Sudán, que abandonen el país.
En un comunicado emitido por su portavoz, Ban ha criticado la expulsión y ha pedido al gobierno del país que revoque inmediatamente su decisión. También ha instado a las autoridades de Jartum a cooperar plenamente con todas las instituciones de la ONU en el país.
La expulsión llega un mes después de que Al Bashir urgiera a los miembros de la Misión Conjunta de la ONU y la Unión Africana en Darfur (UNAMID) a salir de Sudán, argumentando que eran "una carga para la seguridad de la región".
Las autoridades sudanesas iniciaron su ofensiva contra la ONU impidiendo a los investigadores de la UNAMID que realizaran una segunda visita a la localidad de Tabit, donde supuestamente cientos de mujeres fueron violadas por soldados de las fuerzas gubernamentales.
Sudán, por su parte, ha defendido la decisión. El portavoz del Ministerio de Exteriores, Yousef al Kordofani, ha explicado que Zaatari ha sido expulsado por una entrevista que concedió a un diario noruego en la que critica al pueblo sudanés y a Helle por su prepotencia y suprimir programas sin consultar con el Gobierno.
Darfur está inmersa en un conflicto que arrancó en 2003 cuando las tribus africanas se levantaron en armas contra el Gobierno para denunciar la discriminación de la región y Al Bashir envió a las tribus árabes para sofocar la revuelta.
Unas 300.000 personas han muerto a causa de la violencia en Darfur y tanto Al Bashir como varios de sus ministros están acusados de genocidio, crímenes de guerra y contra la Humanidad por el Tribunal Penal Internacional (TPI), aunque aún no han sido juzgados.