El Gobierno de China ha anunciado este lunes que impondrá nuevas medidas contra las grabaciones de audio y de vídeo que promuevan el terrorismo, el extremismo religioso y el separatismo.
En base a estas informaciones, publicadas por los órganos judiciales, culturales y de seguridad pública, está prohibido difundir estas grabaciones a través de Internet, teléfonos móviles, redes sociales y mercados 'on line', entre otros métodos.
Las autoridades chinas afirman que hacen frente a una nueva oleada de ataques por parte de grupos separatistas uigur de la región de Xinjiang y argumentan que los motivos detrás de los mismos son de tipo religioso.
El 1 de marzo, al menos 29 personas fueron asesinadas en un ataque con katanas y cuchillos en la estación de trenes de la localidad de Kunming, un incidente que Pekín achacó a dichos grupos, asentados en Xinjiang, una provincia de mayoría musulmana.
Pekín ya acusó en octubre a estas mismas facciones del atentado perpetrado en la emblemática plaza de Tiananmen, en la capital china, en la que hicieron explosionar una camioneta. Cinco personas murieron y 38 resultaron heridas. La presidenta del Congreso Mundial Uigur, Rebiya Kadeer, reivindicó la autoría de dicho atentado, llevado a cabo el 28 de octubre, y lo calificó de acto de protesta.