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Brahimi presenta un plan de seis puntos en el que Al Assad no tiene papel alguno

Brahimi ha presentado su propuesta para evitar que la región "se vea arrastrada a la crisis", al tiempo que ha subrayado que todos los puntos de su plan ya estaban "explícita o implícitamente"

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  • BRAHIMI -

El enviado especial conjunto de Naciones Unidas y la Liga Árabe para Siria, Lajdar Brahimi, ha presentado este viernes ante el Consejo de Seguridad un nuevo plan de seis puntos para poner fin a la crisis política que atraviesa el país árabe, en el que no se refleja papel alguno para el presidente sirio, Bashar al Assad.

   Brahimi ha presentado su propuesta para evitar que la región "se vea arrastrada a la crisis", al tiempo que ha subrayado que todos los puntos de su plan ya estaban "explícita o implícitamente" en el Comunicado de Ginebra, publicado en junio.

   Sin embargo, la cumbre de Ginebra se saldó sin que los participantes alcanzaran un acuerdo sobre si Al Assad debería jugar algún tipo de papel en la transición, mientras que su propuesta deja fuera al mandatario sirio, al que solicita que dimita.

   "Es generalmente entendido que el 'organismo de gobierno con poderes ejecutivos totales' (propuesto en Ginebra) implicaba que Al Assad no tendría papel en la transición", ha explicado Brahimi.

   En este sentido, Brahimi ha dicho que el Gobierno de Al Assad tiene posibilidades de sobrevivir, aunque ha resaltado que esto no significa que sea un Ejecutivo fuerte. "La verdad de que el régimen se ha visto fuertemente sacudido y no ha conseguido recuperar el equilibrio", ha indicado.

   Así, los seis principios de su propuesta son: preservar la independencia, soberanía e integridad territorial de Siria, defender los Derechos Humanos y la democracia y formar un Gobierno de transición con poderes ejecutivos totales.

   Asimismo, contempla la apertura de negociaciones entre un equipo fuerte y representativo en nombre de la oposición y una delegación cívico-militar que represente al Ejecutivo (y cuyos miembros sean capaces de alcanzar un acuerdo), que la negociación tenga lugar fuera de Siria y en base a un calendario acordado, y que todos los ciudadanos tengan los mismos derechos, sin distinción de género, religión, idioma o etnia.

CONSECUENCIAS REGIONALES

   Tras presentar su propuesta ha advertido al Consejo de Seguridad de las consecuencias de su inacción, argumentando que 1,5 millones de personas podrían abandonar la capital si la situación militar empeora en la ciudad. "Un éxodo masivo de estas características tendría consecuencias desastrosas para Líbano y Jordania", ha dicho.

   "Estoy seguro de que estarán de acuerdo conmigo en que Líbano colapsaría bajo el peso de otras 500.000 personas entrando en el país y en que Jordania se vería igualmente desestabilizado por esta misma cantidad de refugiados", ha explicado.

   Asimismo, ha sugerido que Naciones Unidas investigue los presuntos crímenes contra la Humanidad cometidas por todas las partes del conflicto. "El régimen de Damasco sigue siendo tan represivo como era antes, si no más, y ha lanzado una guerra a gran escala contra segmentos completos de su población. Sin embargo, es cierto que la gente tiene menos miedo a protestar y que muchos han tomado las armas para combatir contra el régimen", ha dicho.

   El enviado especial ha puntualizado que Siria "se está convirtiendo en un campo de juego para las fuerzas regionales" y ha dicho que "la guerra civil en Siria podría ser contagiosa y afectar a todo el Levante, donde existen composiciones sectarias similares, sin mencionar a los movimientos ideológicos partisanos transnacionales".

   "En otras palabras, lejos de estar en una posición de ayudar a los sirios a solucionar sus problemas, la región se enfrenta al riesgo de verse contaminada por estas dificultades y arrastrada a las crisis", ha relatado el enviado especial.

   "Lamento sonar como un disco viejo, pero no sé desde dónde empezar si no es desde decir que las cosas están mal y se están poniendo peor. El país se está rompiendo ante los ojos de todo. No hay una solución militar a este conflicto, al menos no una que no destruya completamente Siria y la nación de Siria", ha puntualizado.

   "Los sirios no pueden empezar por si mismos un proceso de paz, sus vecinos no son capaces de ayudarles. Únicamente la comunidad internacional podría ayudar, y ante todo el Consejo de Seguridad. El Comunicado de Ginebra y el Plan de Acción ofrecen una buena base para iniciar las acciones necesarias para entregar dicha ayuda", ha añadido Brahimi.

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