La idea consiste en organizar una “gran marcha” de un mes de duración, celebrando asambleas en todos los pueblos por los que se pase para hacerles partícipes de este movimiento y recabar sus opiniones para que sean escuchadas por todos. La marcha comenzaría simultáneamente en Barcelona, San Sebastián, La Coruña, Cádiz y Valencia el día 19 de junio con el objetivo de “tomar Madrid, paralizar la ciudad y refundar la democracia”, explicó entre aplausos un representante del movimiento en Barcelona.
Esta iniciativa debe servir, además, para “la reapropiación del espacio político, que ha sido secuestrado”, y para dar un nuevo impulso al movimiento e involucrar a todos los ciudadanos en la tarea. Asimismo, los portavoces de los “indignados” también acordaron movilizarse el 11 de junio en las investiduras de las nuevas corporaciones municipales y celebrar otra movilización a nivel estatal ocho días después. Los portavoces han coincidido en que cada acampada decidirá sobre su permanencia de forma autónoma, lo que no excluye la posibilidad de acuerdos entre las mismas.